“El Estado ha suspendido de facto la autonomía de Cataluña e impuesto de facto un estado de excepción”, ha denunciado este miércoles el presidente de la Generalitat de Catalunya, Carles Puigdemont, en un discurso pronunciado desde la sede del Govern.
Ha condenado también la “actitud totalitaria” y “antidemocrática” del Gobierno español al tratar de evitar que el pueblo catalán pueda manifestarse con libertad en el referéndum independentista, convocado para el próximo 1 de octubre.
Esta misma jornada, agentes de la Guardia Civil Española han detenido a al menos 13 dirigentes de Cataluña, la mayoría altos cargos de la Generalitat, y han efectuado unos 22 registros en sus departamentos y centros ejecutivos.
El Estado ha suspendido de facto la autonomía de Cataluña e impuesto de facto un estado de excepción”, indica el presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont.
Puigdemont, no obstante, ignorando una vez más la prohibición del Tribunal Constitucional de España (TC), ha vuelto a llamar a los catalanes a votar el 1 de octubre en el referéndum de autodeterminación para “defender la democracia frente a un régimen represivo e intimidatorio”.
Por su parte, el presidente del Gobierno de España, Mariano Rajoy, ha vuelto hoy a enfatizar que no se celebrará la consulta popular en Cataluña y ha instado a Puigdemont a que “dé marcha atrás” y “cumpla la ley”.
El canciller español, Alfonso Dastis, dijo el martes que los catalanes usan tácticas “nazis” de intimidación para sacar adelante su convocatoria. “Los referéndums son un arma de elección usada por dictadores”, afirmó el ministro español.
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