El presidente catalán ha anunciado dicha decisión este jueves en una rueda de prensa en el Palau de Geralitat, en la que ha afirmado que el fallo emitido el miércoles por el Tribunal Constitucional (TC) de paralizar las resoluciones del Parlamento autonómico sobre el referéndum de independencia no variará su programa político: "La hoja de ruta que el pueblo y el Parlament han encargado se mantiene", ha asegurado.
Puigdemont ha notificado también que no piensa desconvocar la cumbre prevista para el 23 de diciembre para preparar la consulta, para luego denunciar la decisión del TC afirmando que no representa ninguna sorpresa, pero sí "confirma una vez más que hay un determinado populismo constitucional que recorre el Estado".
La hoja de ruta que el pueblo y el Parlament han encargado se mantiene", ha asegurado el presidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont.
A su juicio, este “populismo constitucional” trabaja con un esquema por el cual el voto de los catalanes o se niega o se corrige: "los catalanes no tienen derecho a votar y, si votan, no vale. Por ejemplo, con el Estatut se votó y fue corregido (por el TC)", ha lamentado.
Esta última decisión del Tribunal Constitucional significa tramitar la petición del Gobierno de España de que se anule la resolución del Parlament que aprobó la celebración de un referéndum sobre la independencia en 2017.
En este sentido, Puigdemont ha recordado que el proceso soberanista es el principal mandato que tiene el Govern, que lo ejecutará: "El propósito de convocar los ciudadanos a las urnas es nítido y perfectamente legal y es el propósito que nos vincula como Govern".
Cataluña, en el noreste de España, busca independizarse del Estado español. El barómetro del Centro de Estudios de Opinión (CEO) de la Generalitat mostraba en noviembre pasado que, en el caso de que se celebrara un referéndum soberanista en la región, el 44,9 % de los catalanes votaría ‘sí’ a la independencia.
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