"El PSOE tiene una posición clara. No se va a abstener ante la corrupción, la desigualdad, ante la precariedad y el desempleo y en consecuencia votaremos en contra", ha afirmado este viernes el secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez, para luego insistir en que su formación no va a apoyar aquello que quiere cambiar.
Asimismo, ha advertido de que si Rajoy resulta elegido en la investidura de los días 30 y 31 de agosto, los socialistas votarán "por coherencia” en contra de sus presupuestos, ya que están seguros de que “traerán más recortes como consecuencia de su política económica".
El PSOE tiene una posición clara. No se va a abstener ante la corrupción, la desigualdad, ante la precariedad y el desempleo y en consecuencia votaremos en contra", ha afirmado el secretario general del Partido Socialista Obrero Español (PSOE), Pedro Sánchez
Aludiendo al fracaso de Rajoy en formar un Gobierno tras las elecciones del 20 de diciembre de 2015 —lo que provocó la repetición de los comicios en junio pasado, con resultados similares—, Sánchéz ha recordado que la “fecha de investidura de Rajoy llega con ocho meses de retraso”.
Para el jefe socialista, Rajoy debe empezar a negociar y llegar a acuerdos con sus aliados potenciales, “algo que no ha hecho durante estos 4 años y medio de mayoría absoluta, cuando no ha contado con ningún otro grupo parlamentario".
En este contexto, Sánchez ha afirmado que el PSOE no es un aliado potencial del Partido Popular (PP), sino una ‘alternativa’ a su hipotético Gobierno. "El PP no necesitó del PSOE para lograr la presidencia del Congreso o articular la mayoría de la Mesa del Congreso y, así, tampoco necesita al PSOE para ser investido presidente del Gobierno", ha agregado.
Si el PP no necesitó al PSOE para lograr la presidencia del Congreso no lo necesita para que Rajoy sea presidente https://t.co/SgkaAcNZRn
— PSOE (@PSOE) August 19, 2016
A juicio del dirigente socialista, si Rajoy vuelve a fracasar, propiciando unas nuevas elecciones el 25 de diciembre, ello demostraría "la poca talla política que tiene (Rajoy) como presidente del Gobierno y como político".
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