La moción, presentada por la Candidatura de Unidad Popular (CUP) y Junts pel Sí (Juntos por el Sí), refuerza la resolución independentista aprobada el 9 de noviembre del 2015 y luego anulada por el Tribunal Constitucional (TC), aunque elimina los puntos que explícitamente llamaban a la desobediencia, como proponía la CUP.
El Parlamento ratifica su firme voluntad de seguir llevando a cabo las actuaciones necesarias (…) para alcanzar y culminar democráticamente el proceso de independencia", indica la moción aprobada por el parlamento catalán.
"El Parlamento ratifica su firme voluntad de seguir llevando a cabo las actuaciones necesarias (…) para alcanzar y culminar democráticamente el proceso de independencia", reza la moción.
Los diputados de ambos grupos, que fueron los únicos que votaron a favor ejerciendo su mayoría de 71 votos, pretendían comprobar la determinación del gobierno de la Generalitat para llevar a cabo la anunciada desconexión con el Estado.
Todas las demás formaciones criticaron en gran medida la propuesta, denunciándola contraria "a la legalidad". Catalunya sí que es Pot no ejerció el derecho al voto y el resto de grupos de la oposición votó en contra reuniendo en total 52 votos de rechazo.
Puigdemont: En 16 meses Cataluña actuará como Estado independiente https://t.co/NUTQIvF90m pic.twitter.com/GOzFU8d5GN
— HispanTV (@Hispantv) March 7, 2016
La oposición enjuició duramente lo que ha definido como moción "irresponsable" que propicia el "ridículo". El diputado del Partido de los Socialistas de Cataluña (PSC) Ferran Pedret consideró "innecesaria" la iniciativa, usada por la anticapitalista CUP para hacer un "examen a la determinación de JxS" en el proceso de desconexión.
Por otra parte, el diputado por el Partido Popular de Cataluña (PPC) Javier García Albiol indicó que la moción es "una gran mentira" y no tiene ninguna utilidad ni valor porque "Cataluña seguirá siendo España por mucho que les pese".
A pesar de ello, el representante de la CUP Joan Garriga defendió que el proyecto de ley, lejos de gesticulaciones pone el acento en la valentía de sus impulsores, y sostuvo que "sin la desobediencia nada es posible".
El proyecto independentista catalán ganó ímpetu con una multitudinaria manifestación en Barcelona en septiembre de 2012 y alcanzó su clímax el pasado 9 de noviembre de 2014, cuando una consulta popular informal congregó a 2,3 millones de personas para votar a favor de la independencia.
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