A pesar de que la Casa Blanca informó recientemente que Barack Obama iba a firmar una renovación de las sanciones contra Irán por una década, al final, el mandatario se opuso a poner su rúbrica en dicho documento, según ha divulgado este jueves la agencia The Associated Press.
“La Administración [estadounidense] tiene, y continúa utilizando, todos los medios necesarios para renunciar a las sanciones pertinentes levantadas como parte del acuerdo nuclear”, según se lee en un comunicado de la Casa Blanca.
La Administración [estadounidense] tiene, y continúa utilizando, todos los medios necesarios para renunciar a las sanciones pertinentes levantadas como parte del acuerdo nuclear”, según se lee en un comunicado de la Casa Blanca.
Según la Constitución norteamericana, el presidente de la nación tiene un plazo de 10 días después de que el Congreso apruebe un proyecto de ley para firmarlo, vetarlo o permitir que se convierta en ley, pasado este tiempo, si el documento no ha recibido el visto bueno del mandatario, el Congreso tiene la facultad de convertirla en la ley, siempre y cuando, esté todavía constituido.
A pesar de que los legisladores estadounidenses han regresado a sus casas para disfrutar de las vacaciones navideñas, el Congreso técnicamente no ha suspendido sus sesiones ya que tiene previsto celebrar algunas durante esta semana.
Aunque la actitud de Obama no impide que la renovación de las sanciones contra Irán entren en vigor, la Casa Blanca ha argumentado que la mencionada restauración es innecesaria porque la Administración estadounidense cuenta con otros medios para castigar a Irán, si es necesario, y además, ha expresado su preocupación de que las reanudaciones de embargo puedan socavar el acuerdo nuclear.
Por su parte, Irán ya advirtió en su día de que si EE.UU. llegase a renovar dichas sanciones, violaría el acuerdo nuclear y por ello, Washington sería responsable de los perjuicios y las repercusiones negativas en el caso de adoptar esta medida, puesto que uno de los puntos estipulados en el acuerdo nuclear conocido como el Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés), precisa que Estados Unidos —como una de las partes involucradas en el proceso— se ha comprometido a no imponer nuevas sanciones o adoptar medidas que contradijeran las metas y el espíritu de ese pacto.
Los países miembros del Grupo 5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania) llegaron en julio de 2015 a un acuerdo con Irán para aliviar las sanciones contra Teherán a cambio de limitaciones en las actividades nucleares del país persa.
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