Una serie de documentos, a los que ha tenido acceso la revista Político, revelan cómo las dos potencias occidentales estaban dispuestas a atacar con bombas nucleares las instalaciones petroleras de Irak e Irán, en un intento de cortar la influencia de la antigua Unión Soviética (URSS) sobre estos dos países de Oriente Medio.
Harry Truman, presidente de EE.UU. (1945-1953), temía que los rusos pudieran invadir algunos países de Oriente Medio con reservas petroleras, algo que de concretarse, pondría en riesgo los suministros de petróleo que eran de vital importancia para EE.UU. y Europa.
El método más completo para la destrucción de las instalaciones de petróleo sería mediante un bombardeo nuclear”, según un informe encontrado por la fuente en el que también indica que en 1955 el Mando Conjunto del Estado Mayor británico había mostrado interés en utilizar armas nucleares para destruir las instalaciones petroleras en Irán e Irak.
Truman y sus generales se dieron cuenta de que no sería capaz de detener una invasión soviética a Oriente Medio, por lo que comenzaron a trabajar sobre un plan supersecreto para sabotear las instalaciones petroleras en la región.
En 1951, un agente de la Agencia Central de Inteligencia estadounidense (CIA, en inglés), George Prussing, dijo a tres ejecutivos de las petroleras británicas sobre un plan secreto del Gobierno de Estados Unidos para diezmar el Oriente Medio, si alguna vez fue invadido por el Ejército Rojo.
El plan —conocido como la ‘política de negación’—, exigía que los pozos de petróleo, oleoductos y refinerías fuesen destruidos o tapados para evitar que el combustible caiga en manos del entonces primer ministro soviético Josef Stalin.
“El método más completo para la destrucción de las instalaciones de petróleo sería mediante bombardeo nuclear”, según un informe encontrado por la fuente en el que también indica que en 1955 el Mando Conjunto del Estado Mayor británico había mostrado interés en utilizar armas nucleares para destruir las instalaciones petroleras en Irán e Irak.
Asimismo, tal como ponen de manifiesto los documentos de la Defensa británica, había planes para pedir a Estados Unidos para ayudar mediante el uso de algunos de su arsenal nuclear contra Irán en caso de una invasión soviética.
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