La gran congregación ha tenido lugar este viernes frente a la embajada de EE.UU., situada en la localidad de Awkar, en el norte de Beirut, donde los libaneses han prendido fuego a banderas y dólares estadounidenses y han responsabilizado a Washington por la crisis económica que azota El Líbano.
“Tu injerencia descarada en los asuntos de El Líbano será denunciada”, ha gritado un grupo de participantes, al tiempo que ha condenado al unísono la injerencia de EE.UU. en su país.
Los manifestantes portaban banderas nacionales y del Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá), mientras coreaban lemas como “Muerte a América”, o Estados Unidos es “madre del terrorismo”.
Asimismo, miembros del Partido Nacional Socialista de Siria, grupos palestinos y el Partido Comunista libanés han participado en la protesta desarrollada en una carretera que conduce al edificio de la sede diplomática de Estados Unidos en Beirut.
Las fuerzas de seguridad, no obstante, han bloqueado la carretera con alambres de púas y han utilizado cañones de agua para intentar disipar a los manifestantes.
Las protestas se producen luego de que Dorothy Shea, la embajadora norteamericana en Beirut, haya acusado injustamente al movimiento Hezbolá de desviar miles de millones de dólares de los fondos públicos y de obstruir las reformas económicas en la nación árabe.
Estados Unidos considera “terrorista” a Hezbolá y ha impuesto varias rondas de sanciones contra miembros de este grupo de Resistencia, a pesar de que este movimiento cuenta con mayoría en el Parlamento y tiene varios miembros en el Gabinete libanés.
Hezbolá, no obstante, ha advertido en reiteradas ocasiones que la crisis económica en El Líbano es el resultado de las conspiraciones de EE.UU., entre ellas las presiones al Fondo Monetario Internacional (FMI) para que no libere los préstamos y las ayudas al país árabe.
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