“Me siento acosada y muy triste”, dijo a Reuters en las protestas de Nueva York (noreste) la artista independiente peruano-estadounidense Lorena Ambrosio, “y simplemente enfadada por que sigan apilándose los cuerpos negros uno encima de otro”.
Las protestas, en su mayoría pacíficas según la agencia británica, desembocaron, sin embargo, en escaramuzas y en el uso de gas pimienta y pistolas aturdidoras por los agentes antidisturbios en ciudades como la capital del estado suroriental de Luisiana, Baton Rouge, donde el martes se difundió el vídeo de la muerte de un vendedor de discos compactos piratas negro a manos de policías blancos.
Me siento acosada y muy triste, y simplemente enfadada por que sigan apilándose los cuerpos negros uno encima de otro”, declaró en la manifestación de Nueva York (noreste) la artista peruano-estadounidense Lorena Ambrosio.
Las fuerzas del orden detuvieron, según la cadena ABC News, a al menos 90 personas en las distintas manifestaciones, a las que asistieron miles de personas en todo el territorio estadounidense. Las más caóticas fueron la ya mencionada Baton Rouge, Phoenix y Rochester, en el estado de Nueva York (donde se realizaron 74 de las detenciones).
En Phoenix (Arizona, en el sur del país), un millar de manifestantes coreó el eslogan “las vidas negras importan” y gritó “¡manos arriba, no disparen!” a la policía, a modo de reproche.
En San Francisco (California), en el extremo oeste, cientos de personas salieron igualmente a las calles y bloquearon distintos accesos al conocido puente de la Bahía.
En Denver (Colorado), varios cientos más de manifestantes iniciaron una sentada, que afirmaron mantendrán durante 135 horas, en protesta por la muerte del vendedor Alton Sterling, en Luisiana, y de Philando Castile, en Minnesota (norte).

Ese número de horas refleja el de las víctimas mortales de raza negra de la violencia policial estadounidense en lo que va de año, frente a 102 en todo el año 2015, según la página especializada Mapping Police Violence (“mapeo de la violencia policial”).
El hartazgo de gran parte de los estadounidenses de raza negra con su situación de exclusión y pobreza, y las constantes noticias de nuevas muertes impunes a manos de policías dio lugar en 2013 al movimiento Black Lives Matter (“las vidas negras importan”), que en 2014 y 2015 se extendió por todo Estados Unidos.
El pasado jueves, en un contexto de creciente tensión racial, cinco agentes policiales blancos fueron asesinados por al menos un francotirador durante una protesta contra la brutalidad policial en la capital del estado de Texas, Dallas (sur).
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