El tiroteo iniciado el jueves por la noche durante una protesta en Dallas (Texas, sur de EE.UU.) por la muerte de dos afroamericanos a manos de policías, ha dejado cinco policías muertos por impacto de bala, según ha asegurado este viernes la cadena local CBSDFW.
El medio ha añadido que uno de los sospechosos francotiradores, cercado por la Policía durante horas, ha muerto al dispararse a sí mismo. Otros dos sospechosos, incluido una mujer, están en custodia policial y los agentes han puesto en libertad a otro detenido que acudió a la comisaría para ser cuestionado al darse cuenta que lo buscaban.
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— Washington Examiner (@dcexaminer) July 8, 2016
• 3 in custody
• Police exchanging gunfire with 4th
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El jefe de la Policía de Dallas, David Brown, quien ha informado que no se descarta que haya más personas involucradas, indicó en un principio que el sospechoso atrincherado alegaba haber colocado varias bombas en el edificio donde estaba cercado por los agentes, así como en el centro de la ciudad.
Los policías negociaron durante horas con el individuo autor de los disparos contra 11 agentes durante la protesta, mientras que continuaba disparando a los agentes. El atrincherado afirmó antes de dispararse a sí mismo que "el fin se acerca" y que más policías resultarán heridos y morirán.
Los francotiradores que dispararon contra los agentes "querían herir o matar al máximo número posible de policías", por lo que prepararon una emboscada y, algunos de los agentes que no llevaban chalecos antibalas, fueron impactados por la espalda, según Brown.
Cerca de un centenar de agentes había sido desplegados en el centro de Dallas por la protesta contra la violencia policial (que también se celebró en distintas ciudades del país), tras las recientes muertes de dos ciudadanos negros a manos de agentes de la policía.

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