• Manifestantes palestinos queman retratos del presidente estadounidense, Donald Trump, y del premier israelí, Benjamín Netanyahu, 31 de enero de 2020. (Foto: AFP)
  • El presidente de EE.UU., Donald Trump, y el premier israelí, Benjamín Netanyahu, en la Casa Blanca, 28 de enero de 2020. (Foto: AFP)
Publicada: sábado, 1 de febrero de 2020 18:34

A través de una carta, varios funcionarios y exdiplomáticos estadounidenses rechazan enérgicamente el supuesto plan de paz del presidente de EE.UU., Donald Trump.

El sitio web de noticias norteamericano Axios ha informado este sábado de que 30 exfuncionarios de política exterior y seguridad nacional de tres Administraciones publicaron una “carta abierta” criticando severamente el supuesto plan de paz israelí-palestino de Trump.

Los firmantes, que sirvieron bajo los Gobiernos de los expresidentes George W. Bush (2001-2009), Barack Obama (2009-2017), Bill Clinton (1993-2001), han criticado el plan norteamericano por ser “perjudicial” para los intereses del país norteamericano, y señalan que la iniciativa de Trump daría a Israel una “luz verde” para anexionarse Cisjordania.

Según el texto, el plan de Trump está abandonando principios estadounidenses de larga data, como resolver el conflicto a través de “conversaciones directas” entre el régimen de Israel y Palestina y también “evitar pasos unilaterales”.

 

Abandonar esos principios tendrá efectos perdurables y duraderos en los intereses estadounidenses, la seguridad de Israel, los objetivos de los palestinos y la estabilidad de un socio árabe clave, Jordania”, dice el texto.

También indica que dicho plan podría destruir la “solución de dos Estados”, y llevaría a una situación en la que los palestinos no tengan los mismos derechos.

Los signatarios, asimismo, han enfatizado que, con este plan, el inquilino de la Casa Blanca intenta solapar sus problemas internos y ayudar al premier israelí, Benjamín Netanyahu, en las próximas elecciones.

El mandatario norteamericano reveló el martes su controvertido “acuerdo del siglo”, un plan programado para cuatro años, que según Washington, tiene como objetivo resolver el conflicto palestino-israelí, pero en realidad pretende liquidar la causa palestina, pues ignora todos los derechos de los palestinos.

La iniciativa estadounidense también permitirá al régimen israelí mantener todos sus asentamientos ilegales en Cisjordania, anexar gran parte de los territorios palestinos que actualmente mantiene ocupados y desmilitarizar el futuro Estado palestino.

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