“No lo he leído, no tengo la intención de leerlo (…) De lo que he oído del libro no se parece al presidente con el que trabajo todos los días. Ninguna. Simplemente me parece que es otro trabajo de la ficción de Washington”, dijo Pence a la comentarista conservadora Dana Loesch en una entrevista el lunes.
El libro titulado Fuego y furia: dentro de la Casa Blanca de Trump, escrito por el periodista Michael Wolff y que salió a la venta el viernes pasado, ofrece una imagen caótica y disfuncional de la campaña electoral de Trump y de los primeros meses de su Presidencia.
Desde su difusión, ha causado amplias controversias y planteado serias preguntas sobre la estabilidad mental del presidente estadounidense, utilizando citas del exestratega jefe de la Casa Blanca Steve Bannon.
No lo he leído, no tengo la intención de leerlo (…) De lo que he oído del libro no se parece al presidente con el que trabajo todos los días. Ninguna. Simplemente me parece que es otro trabajo de la ficción de Washington”, dijo el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, sobre el libro titulado Fuego y furia: dentro de la Casa Blanca de Trump.
El propio Trump también lo catalogó de “una obra de ficción” y se defendió de las acusaciones de ineptitud para el cargo en una serie de tuits, sugiriendo que sus oponentes a menudo han planteado dudas sobre su estado mental para desacreditar su presidencia.
“Durante toda mi vida, mis dos principales virtudes han sido la estabilidad mental y ser verdaderamente inteligente (...) Pasé de empresario muy exitoso a estrella de televisión, y de ahí a presidente de Estados Unidos en mi primer intento. Creo que eso me acredita no solo como inteligente, sino como un genio, y un genio muy estable”, tuiteó el este sábado Trump.
Afirmó, asimismo, que el autor del mencionado libro no lo conocía en absoluto, ni lo entrevistó en la Casa Blanca, aunque al final el mandatario reconoció que el autor lo entrevistó una vez “hace mucho tiempo” para una revista.
De hecho, la falta de cualificación de Trump ha sido señalada una y otra vez, ya desde la campaña de 2016. Al menos desde abril del año pasado, apenas unas semanas después de asumir el cargo, empezaron a surgir psiquiatras que advertían de los trastornos mentales del presidente. Volvió a ocurrir en septiembre, noviembre y diciembre.
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