“Obviamente, esa sería la manera en que nos gustaría resolver esto”, ha indicado este viernes Rex Tillerson en una entrevista con la radio pública estadounidense NPR.
El jefe de Diplomacia norteamericano ha agregado que Corea del Norte debe estar preparada para dialogar con Washington sobre la “agenda correcta”, que según Tillerson sería la desnuclearización de la península coreana y no solo un congelamiento del programa nuclear de Pyongyang.
El objetivo norteamericano es el mismo que el de China: una desnuclearización de la península coreana”, ha asegurado el secretario de Estado de EE.UU., Rex Tillerson.
EE.UU., asegura Tillerson, no busca ni un “cambio de régimen”, ni un colapso del Gobierno de Corea del Norte ni una reunificación acelerada de la península, sino que el objetivo norteamericano “es el mismo que el de China: una desnuclearización de la península coreana”.
Para ello, EE.UU. habría de hecho realizado su parte, según el funcionario, retirando sus armas nucleares de la península coreana, y ahora “es hora de que Corea del Norte haga lo mismo”, ha enfatizado.
Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de China, Wang Yi, ha subrayado este mismo viernes que “la única opción correcta” para intentar resolver la crisis debida al programa nuclear de Pyongyang es el diálogo.
“El diálogo y las negociaciones representan la única opción correcta, realista y viable”, ha resaltado Wang en una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) consagrada a la situación de Corea del Norte y presidida por su par estadounidense, con quien tiene planeado reunirse tras la sesión.
Estas declaraciones se producen en momentos de escalada de tensiones en la península coreana y de posibilidad de una guerra inminente entre Pyongyang y Washington.
El jueves, el presidente de EE.UU., Donald Trump, alertó de un “gran, gran conflicto” con Corea del Norte y expresó que “ve muy difícil” que se puedan solucionar vía diplomática las tensiones existentes en la península coreana, que se han disparado por el desarrollo del programa misilístico y nuclear de Corea del Norte, así como por actividades de Estados Unidos y sus aliados tales como ejercicios militares y el envío del portaviones nuclear USS Carl Vinson a aguas coreanas.
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