Un reporte publicado el miércoles por el portal especializado en aviones The Aviationist revela que un bombardero estratégico modelo Rockwell B-1 Lancer de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF, por sus siglas en inglés) realizó un simulacro de ataque sobre Corea del Norte después de que se reportara un fallido ensayo de un misil norcoreano.
El bombardero habría despegado desde la base estadounidense de la isla de Guam, en el océano Pacífico, y se dirigió después hacia la península coreana sobrevolando primero el mar de la China Oriental y, posiblemente, las zonas reclamadas por China en dicha zona.
Además, al B-1 estadounidense le escoltaban dos cazas interceptores tipo F-15K Strike Eagle y dos cazas modelo KF-16 Fighting Falcon (versiones surcoreanas de los F-15 y F-16) de la Fuerza Aérea de Corea del Sur, por lo que el simulacro también puso a prueba la habilidad de Washington y Seúl para coordinar sus operaciones militares aéreas.
El mismo día China detectó al bombardero estratégico estadounidense y sus escoltas surcoreanos, y alertó a los pilotos para que abandonasen la zona, ya que, conforme a Pekín, estaban en el espacio aéreo de China, algo que niega Estados Unidos.
No obstante, los pilotos ocultaron el hecho de que estaban realizando un ataque simulado y aseguraron estar llevando a cabo operaciones de rutina en el espacio aéreo internacional, por lo que no había nada que temer.
Las tensiones entre Corea del Norte y EE.UU. han aumentado de manera significativa debido al incremento de los ensayos militares de Pyongyang y las maniobras militares conjuntas del país norteamericano y Corea del Sur, por lo que expertos advierten de posibles enfrentamientos bélicos en la zona.
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