“El presidente debe (…) designar dirigentes civiles que entiendan cómo se aplica el poder marítimo para que traduzcan esa comprensión en una poderosa defensa política. De no ser así, la Marina de 12 portaviones y 350 buques es una fantasía”, advierte Bryan McGrath, exoficial naval y asesor citado en un artículo del analista Dave Majumdar publicado el viernes en The National Interest.
Un día antes, el presidente de EE.UU., Donald Trump, se había enfundado una cazadora de piloto militar para prometer a bordo de un nuevo portaviones la adquisición de dos nuevos buques de este tipo y una propuesta al Congreso de un aumento histórico del presupuesto militar estadounidense, ya cercano a los 600.000 millones de dólares anuales.
El presidente debe (…) designar dirigentes civiles que entiendan cómo se aplica el poder marítimo para que traduzcan esa comprensión en una poderosa defensa política. De no ser así, la Marina de 12 portaviones y 350 buques es una fantasía”, considera el exoficial de la Marina de Estados Unidos y asesor militar Bryan McGrath.
Aun así, el experto de la mencionada publicación considera que el Ejército estadounidense no sólo necesita más portaviones y más barcos de guerra, sino también “más aviones, una modernización de las capacidades y mayores niveles de fuerza”.
Los portaviones adicionales son, en todo caso, “la columna vertebral de la flota” norteamericana, explica otro experto citado, Robert O’Brien, que opina que su país tiene que ser “capaz de desplegar grupos de ataque en el mundo”, tanto para “la presencia” como por motivos disuasorios.
Este analista ve una señal de declive de la Marina estadounidense en que esta “no lograra” el año pasado proporcionar apoyo a las operaciones de “combate contra EIIL (Desh, en árabe)” desde el Golfo Pérsico. En febrero, militares del país norteamericano dieron testimonio en el Congreso de la “mediocre” condición de su Ejército.
En esta situación, la Armada estadounidense debe ampliar su flota con los dos portaviones señalados, nuevos submarinos y buques de superficie, en un número que podría llegar a 40 nuevas fragatas y 70 submarinos de ataque para “mantener las vías marítimas abiertas”, se defiende en el artículo de National Interest.
mla/ktg/mnz/rba