La falta de dinero es la razón principal por la que el 35 % de los aviones de combate embarcados F/A-18 Hornet y Super Hornet se encuentra en mantenimiento a la espera de recibir piezas de repuesto, mientras que el 27 % de estas aeronaves se halla en conservación, indica la fuente.
En general, cerca del 53 % de toda la flota de aeronaves de la Marina (alrededor de 1700 aparatos), incluyendo aviones de patrulla, reconocimiento, helicópteros y otros vehículos aéreos, se encuentra inoperativo en este momento.
Si conseguimos algo de dinero, lo primero que vamos a hacer es arrojarlo en un lugar para realizar los pagos (…) Estos lugares serán el mantenimiento de los buques (…) y los cambios permanentes para que (…) podamos llenar los agujeros que se generan por la falta de dinero”, según un portal estadounidense.
A este respecto, según se lee en el informe, citando a militares estadounidenses, la situación actual aun se complicará más en el futuro si el Congreso de EE.UU. sigue demorando el desglose detallado del presupuesto de Defensa.
“Si conseguimos algo de dinero, lo primero que vamos a hacer es arrojarlo en un lugar para realizar los pagos (…) Estos lugares serán el mantenimiento de los buques (…) y los cambios permanentes para que (…) podamos llenar los agujeros que se generan por la falta de dinero”, ha dicho una fuente de la Marina estadunidense a Defense News.
Incluso si el presupuesto es aumentado, de acuerdo con fuentes de la Marina estadounidense, la necesidad inmediata es mantener el dinero, no la construcción de buques nuevos. Además, esta cuestión es reseñada en una lista suplementaria de la Marina de requisitos no financiados para 2017, que fue enviada al Congreso estadounidense en enero y que aun está siendo revisada.
Lo publicado por el portal estadounidense contradice informes, conforme a los cuales, EE.UU. es considerado el país que más gasta en el área militar, por encima de las demás potencias mundiales.
Es de mencionar que el presidente estadounidense, Donald Trump, anunció días antes su ambición de que el número de buques navales aumente de 308 a 350. Este objetivo supondría un coste anual de entre 5000 y 5500 millones de dólares en un programa de 30 años, según estimaciones realizadas por analistas.
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