• El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, habla durante una reunión con líderes de grupos conservadores para ante la Corte Suprema en la Casa Blanca en Washington (capital estadounidense), 1 de febrero de 2017
Publicada: viernes, 3 de febrero de 2017 14:01
Actualizada: viernes, 3 de febrero de 2017 15:27

‘Irán está jugando con fuego’, dice Donald Trump, quien además promete no ser tan ‘amable’ con Teherán como según él fue su antecesor, Barack Obama.

“Irán está jugando con fuego, no aprecian lo amable que fue con ellos el presidente Obama. ¡Yo no (lo seré)!”, ha escrito este viernes el presidente de Estados Unidos en su cuenta de Twitter.

Las declaraciones de Trump no sorprenden, dados los momentos de tensión que atraviesan las relaciones entre ambos países, peores que nunca por la ira que siente el país norteamericano por la capacidad defensiva de Teherán, evidente en la reacción a la reciente prueba de un misil balístico.

Irán está jugando con fuego, no aprecian lo amable que fue con ellos el presidente Obama. ¡Yo no (lo seré)!”, escribe el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, en su cuenta de Twitter.

Nada más saltar a los medios la noticia del test misilístico iraní, las autoridades estadounidenses —entre ellas, el mismo Trump y Michael Flynn, su asesor de Seguridad Nacional— acusaron a Irán de haber violado el acuerdo nuclear alcanzado entre Teherán y el Grupo 5+1 (EE.UU., el Reino Unido, Francia, Rusia y China, más Alemania), algo que han rechazado tanto el ministro de Defensa de Irán, Husein Dehqan, como el de Asuntos Exteriores, Mohamad Yavad Zarif.

El miércoles, Flynn dijo que Teherán realiza actos "provocativos" y viola la resolución 2231 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), y señaló que por esa razón su Gobierno pondrá a Irán “bajo aviso”.

 

Distintas figuras políticas iraníes, no obstante, han respondido con severidad a lo que, según Irán, no son más que “injerencias” de EE.UU. contra su programa de misiles y el fortalecimiento de su capacidad defensiva, injerencias que Teherán ha prometido “afrontar”.

El fortalecimiento de la industria de misiles también ha sido defendido con vehemencia por los parlamentarios persas, que han reaccionado a los infundios de EE.UU. calificando de “irracional” la posición de Washington ante el programa de misiles de Irán.

Cabe mencionar que, en medio de las tensiones entre ambas partes (deterioradas aun más por el decreto de Trump que prohíbe por tres meses la entrada de iraníes a su territorio), Washington está además preparando nuevas “sanciones” contra 25 organizaciones iraníes —17 de ellas por un decreto anterior de Obama— por lo que considera “apoyo al terrorismo y proliferación de armas de destrucción masiva”, ambas acusaciones rechazadas por Irán de forma reiterada.

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