Según ha informado la agencia británica de Reuters, los dos ciudadanos libaneses han sido sancionados supuestamente por tener vínculos y negocios con el Movimiento de Resistencia Islámica de El Líbano (Hezbolá).
También ha adoptado medidas coercitivas contra cinco altos cargos rusos, bajo diferentes justificaciones, entre ellas presuntas violaciones de los derechos humanos de los ciudadanos rusos.
El jefe del Comité de Investigación de Rusia, Alexandr Bastrikin, figura entre los sancionados por su supuesto rol en la muerte del abogado ruso Serguei Magnitski, quien en 2009 murió bajo custodia en dicho país.
Magnitski murió el 16 de noviembre de 2009 en la cárcel de Butryka en Moscú, la capital, cuando apenas le quedaban seis días para salir de la cárcel, hecho que levantó las sospechas de la comunidad internacional.
No obstante, investigaciones llevadas a cabo concluyeron que es poco posible que el Estado ruso fuera responsable de su muerte y las autoridades rusas, por su parte, declararon en varias ocasiones que es inaceptable politizar el caso de este abogado.
Los otros rusos sancionados son Stanislav Gordievski, Dmitri Kovtun, Andrei Lugovoi y Gennady Plaksin, a quienes también se les acusa de haber violado los derechos humanos de sus compatriotas.
En el comunicado que anuncia las sanciones, el Departamento del Tesoro de EE.UU. ha descartado relación alguna entre estas medidas y las supuestas injerencias de Rusia en las elecciones estadounidenses.
En las últimas semanas y con el incremento de las tensiones entre Washington y Moscú, ha habido un aumento significativo de las acusaciones de EE.UU. contra Rusia por supuestos ataques cibernéticos y hackeos. Moscú asegura que dichas imputaciones son infundadas.
Sin embargo, cabe señalar que la elección de Donald Trump como presidente de EE.UU. ha aumentado las "esperanzas" de una normalización de las relaciones Washington-Moscú, puesto que el magnate inmobiliario ha demostrado "ser menos hostil con Rusia".
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