El canciller ecuatoriano, Guillaume Long, en declaraciones realizadas el viernes a la agencia española de noticias Efe, tras señalar que Ecuador está dispuesto a trabajar con la próxima Administración de EE.UU., advirtió de que Quito está profundamente preocupado por el tema de la inmigración, entre otros temas, dadas las polémicas afirmaciones del presidente electo estadounidense, el republicano Donald Trump, en relación con los inmigrantes.
“Hemos dicho que estamos dispuestos a trabajar con la nueva administración (…) tenemos ciertas preocupaciones (…) tenemos un número importante de inmigrantes ecuatorianos en Estados Unidos”, precisó el jefe de la Diplomacia ecuatoriana.
Hemos dicho que estamos dispuestos a trabajar con la nueva administración (…) tenemos ciertas preocupaciones (…) tenemos un número importante de inmigrantes ecuatorianos en Estados Unidos”, dijo el canciller ecuatoriano, Guillaume Long.
Durante su campaña electoral, Trump prometió crear “una fuerza de deportación” para expulsar a los inmigrantes indocumentados, en especial a los mexicanos, a los que tildó de “criminales y violadores”. Tras ello, el presidente entrante de EE.UU. fue tachado de “racista”, “bandido” e “hipócrita”.
Tras desafiar todos los pronósticos y sorprender al mundo convirtiéndose en el sucesor de Barack Obama en la Casa Blanca, Trump otra vez aseguró que tiene planeado deportar a unos tres millones de indocumentados y que, tras construir su muro fronterizo, decidirá qué hacer con el resto de los indocumentados que viven en su país.
En este contexto, el ministro de Exteriores de Ecuador recalcó que no solo su país, que cuenta con gran número de inmigrantes en EE.UU., sino todos los países de la región latinoamericana han expresado su preocupación al respecto.
Tampoco “somos sordos, hemos escuchado las opiniones vertidas en la campaña electoral y, evidentemente, surgen algunas preocupaciones (…) Creemos que este mundo tiene que tender más puentes, tiene que basarse en la cooperación mundial (...) y no en el conflicto, no en los muros, no en el rechazo del otro”, señaló Long.
Además, una vez más hizo hincapié en que resulta preocupante alzar muros en lugar de encontrar una solución a los problemas y Quito —añadió— insiste en la importancia de un diálogo basado en el respeto.
Según el canciller ecuatoriano, Quito mostrará ante la Administración de Trump —quien el próximo 20 de enero tomará las riendas de Estados Unidos— “la mejor predisposición”.
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