“Los israelíes no están en posición de hablar de guerra con nosotros”, ha dejado claro este jueves el ministro iraní de Asuntos Exteriores, Hosein Amir Abdolahian, en una entrevista concedida al periódico croata Vecernji list.
De acuerdo con el jefe de la Diplomacia persa, tal show del régimen falso de Israel, así como sus intentos por normalizar relaciones con algunos países, no son una señal de fortaleza, sino de debilidad.
Es más, Israel se enfrenta a una gran pregunta sobre su identidad y supervivencia, además de crisis de múltiples niveles a nivel interno, tal y como ha puesto énfasis el canciller iraní.
Sus afirmaciones salen a la luz, mientras el régimen de Tel Aviv se acerca a sus quintas elecciones en menos de cuatro años, luego de que los diputados israelíes votaran el miércoles a favor de la disolución del parlamento, después de que el primer ministro israelí, Naftali Bennett, presentara un proyecto de ley para disolverlo cuando su frágil gabinete de coalición colapsó.
Los israelíes lanzan amenazas a Teherán, mientras han expresado una y otra vez su profunda inquietud por el rápido avance militar del país persa.
En este contexto, el teniente coronel retirado israelí, Michael Segall, expresó en mayo su preocupación por el desarrollo de armas de precisión y drones iraníes, que a su juicio, buscan lanzar un “ataque preventivo” a Israel.
Con todo, según puntualizó en su día el viceministro iraní de Asuntos Exteriores, Ali Baqeri Kani, Israel solo puede imaginar a atacar la República Islámica de Irán en sus sueños, uno del cual nunca se despertará.
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