El jefe del Estado Mayor de las Fuerzas Armadas de Irán, el general de división Mohamad Hosein Baqeri, ha precisado este martes que el brutal asesinato del teniente general Qasem Soleimani, comandante de la Fuerza Quds del Cuerpo de Guardianes de la Revolución Islámica (CGRI) de Irán, y del subcomandante de las Unidades de Movilización Popular de Irak (Al-Hashad Al-Shabi, en árabe), Abu Mahdi al-Muhandis, en la oscuridad de la noche y directamente a manos del “régimen criminal” estadounidense en suelo iraquí, es otro ejemplo claro del “terrorismo de Estado” de EE.UU.
Tras haber resaltado que el teniente general Soleimani y sus compañeros demostraron que el poder de EE.UU. y del régimen de Israel es frugal, y que ambos son incapaces de hacer frente a los combatientes del Eje de la Resistencia, la autoridad castrense iraní ha destacado la gran capacidad militar que demostró la República Islámica en el ataque aéreo que lanzó el 8 de enero contra la base aérea de Ain Al-Asad, ubicada en la provincia occidental iraquí de Al-Anbar, en poder de EE.UU.
“El poderoso ataque con misiles de Irán contra la base estadounidense en Irak fue una cura temporal para esta tragedia del mundo islámico. Los arrogantes deben esperar una venganza digna de los grandes nombres de Soleimani y Abu al-Muhandis”, ha aseverado en un discurso virtual pronunciado el último día de la 34.ª Conferencia Internacional sobre la Unidad Islámica, que ha tenido lugar en Irán.
El ataque de Irán contra las posiciones estadounidenses se produjo después de que el 3 de enero, EE.UU., por orden directa de su presidente, Donald Trump, asesinara al teniente general Soleimani y a Al-Muhandis, así como a los militares que les acompañaban, en un bombardeo con aeronaves no tripuladas (drones) cerca del Aeropuerto Internacional de Bagdad, capital de Irak.
Para la relatora especial de las Naciones Unidas sobre Asesinatos Selectivos y Ejecuciones Extrajudiciales, Agnes Callamard, el asesinato del destacado comandante iraní fue un acto arbitrario e “ilegal”, que violó la Carta de las Naciones Unidas.
Las autoridades persas han advertido que el ataque a Ain Al-Asad no supone la verdadera venganza por el asesinato de Soleimani, por lo que han asegurado que continuarán las represalias contra EE.UU.
msm/anz/nsr/rba
