En los ejercicios bélicos, llevados a cabo este jueves, han participado aeronaves militares de Corea del Sur y de Estados Unidos, en el segundo caso provenientes de Guam y de las instalaciones estadounidenses en Japón.
En concreto, EE.UU. ha desplegado dos bombarderos nucleares B-1B Lancer desde una base militar en la isla de Guam, que se han sumado en las maniobras a dos cazabombarderos Lockheed Martin F-35 Lightning II.
Por su parte, la Fuerza Aérea Surcoreana (ROKAF, por sus siglas en inglés) ha enviado un escuadrón de cazabombarderos McDonnell Douglas F-15K Slam Eagle equipados con bombas pesadas listas para ser disparadas.
Los aviones han realizado ensayos con fuego real en la provincia de Gangwon, en el este de Corea del Sur, en lo que ha sido un simulacro de ataques aéreos a objetivos de Corea del Norte en el que se han usado bombas pesadas MK-84, MK-82 y GBU-32, con un poder destructivo significativo.
Nuestra Fuerza Aérea ha mostrado que tiene la habilidad necesaria para realizar perfectas operaciones combinadas. No importa cuándo, cómo ni dónde provoque el enemigo, ya que nos vengaremos y le haremos sentir una insuperable sensación de miedo y profundo pesar”, ha dicho el teniente general Won In-chul, el comandante del Mando de Operaciones de la ROKAF.
La Fuerza Aérea Surcoreana ha advertido de que cuenta con suficiente poderío militar para hacer frente a su vecino norteño y llevar a cabo operaciones militares contra él si sigue con sus "actos de provocación", consistentes en lanzamientos de misiles y pruebas de bombas atómicas.
“Nuestra Fuerza Aérea ha mostrado que tiene la habilidad necesaria para realizar perfectas operaciones combinadas. No importa cuándo, cómo ni dónde provoque el enemigo, ya que nos vengaremos y le haremos sentir una insuperable sensación de miedo y profundo pesar”, ha dicho el teniente general Won In-chul, jefe del Mando de Operaciones de la ROKAF.
Con la instalación de la actual Administración estadounidense, encabezada por el presidente Donald Trump, se han disparado las tensiones entre Estados Unidos, sus aliados y Corea del Norte, de modo que muchos analistas y expertos advierten de posibles guerras entre Pyongyang y Washington y sus aliados en la región.
El último misil lanzado por Pyongyang sobrevoló el espacio aéreo nipón e hizo sonar las alarmas en Japón, aumentando aun más las tensiones.
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