Chung Jin-Suk, jefe de la bancada del Saenuri en el Parlamento ha anunciado hoy jueves que los diputados de su partido lograron un acuerdo por unanimidad para dar un plazo de una semana a Park para que acepte la propuesta y renuncie voluntariamente hasta el próximo abril, si no tendría que exponerse a un humillante proceso de destitución.
Para el parlamentario surcoreano, el calendario es el más apropiado para asegurar una transferencia de poder adecuada y convocar elecciones presidenciales en el país que desde el mes pasado es escenario de multitudinarias marchas de protesta contra la Administración de Park, salpicada por un escándalo de corrupción.
Se trata de un caso de tráfico de influencias, en el cual, presuntamente, la mandataria trabajaba como cómplice de su confidente íntima, Choi Soon-sil, quien ejerció influencias ilegales mientras disfrutaba de varios beneficios de la Administración.
Ante las masivas protestas en todo el país que exigen su renuncia, Park señaló a principios de esta semana, que podría dejar su destino como presidenta en manos del Parlamento, sin dar más detalles sobre su camino futuro.
Pese al anuncio de la mandataria de estar lista para dimitir antes de que concluya su mandato, la oposición informó el miércoles que seguirá adelante con la moción para el proceso de destitución de Park. No obstante, la votación prevista para el viernes, ha sido aplazada hasta la próxima semana por la decisión del partido opositor minoritario, el Partido Popular.
Una encuesta llevada a cabo por la organización Real Meter ha revelado que más de tres cuartas partes de los surcoreanos apoyan el juicio político de la mandataria, que ha perdido casi toda su popularidad en el último mes.
El 75,3 por ciento de los encuestados apoyó la moción, frente al 17,3 por ciento que la rechazó, según la agencia de noticias Yonhap. La encuesta se llevó a cabo después de que Park adelantó su disposición a renunciar a su cargo.
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