“El despliegue del THAAD en Seongju (ciudad situada a casi 300 kilómetros de la capitalina Seúl) ayudará a garantizar la seguridad de dos tercios del territorio surcoreano”, ha señalado este miércoles un portavoz de dicha Cartera.
El representante castrense ha manifestado que el THAAD (Defensa Terminal de Área a Gran Altitud) garantizará también la seguridad de las centrales nucleares, los depósitos de petróleo y las instalaciones militares que comparten Estados Unidos y Corea del Sur.
El despliegue del THAAD en Seongju (ciudad situada a casi 300 kilómetro de la capitalina Seúl) ayudará a garantizar la seguridad de dos tercios del territorio surcoreano”, informa un portavoz del Ministerio de Defensa de Corea del Sur.
(LEAD) S. Korea, U.S. pick southern county of Seongju for deploying THAAD https://t.co/YvpEYWCTia
— Yonhap News Agency (@YonhapNews) July 13, 2016
Citado por la agencia surcoreana de noticias Yonhap, el vocero ha explicado que los misiles interceptores del país norteamericano, que provocaron una preocupación general en la zona, tendrán un alcance máximo de 200 kilómetros y estarán en el país asiático para finales de 2017.
Ante la inquietud del pueblo surcoreano a raíz del anuncio el pasado viernes del despliegue de THAAD en su territorio, el Ministerio de Defensa ha tratado de tranquilizarlo, enfatizando que esto no tendrá ningún efecto negativo en la salud de los ciudadanos, ya que se instalará a una “distancia segura”.
Los surcoreanos temen que este despliegue perjudique no solo la salud pública sino también el medio ambiente y las relaciones diplomáticas con los demás países regionales, pues Seúl ha respondido solamente a sus preocupaciones sanitarias, diciendo que los habitantes de la zona quedarán fuera del haz del radar emitido por el THAAD, ya que éste se ubicará hacia arriba.

La medida Seúl-Washington se tomó para reforzar la defensa del país con el fin de reaccionar a la amenaza procedente de Corea del Norte, país que prueba de vez en cuando diferentes tipos de misiles para responder, a su juicio, a las movilizaciones de Estados Unidos y Corea del Sur, ya que las considera como una amenaza en su contra.
Cabe mencionar que este despliegue causó también la indignación de Rusia y China, diciendo que con estas medidas, Estados Unidos busca fortalecer su presencia militar en Asia Oriental.
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