• Defensa Terminal de Área a Gran Altitud (THAAD, por sus siglas en inglés).
Publicada: lunes, 11 de julio de 2016 2:16
Actualizada: martes, 12 de julio de 2016 2:51

Corea del Norte ha advertido este lunes de ‘una acción física’ contra el sistema antimisiles de Estados Unidos, THAAD, que será instalado en Corea del Sur.

“La República Popular Democrática de Corea (nombre oficial de Corea del Norte) llevará a cabo una acción física para controlar enteramente el THAAD”, ha anunciado el mando de la artillería de las Fuerzas Armadas norcoreanas en un comunicado.

Citado por la agencia estatal de noticias norcoreana KCNA, el texto asegura que la acción se realizará cuando se confirme la instalación del sistema THAAD (siglas en inglés de Defensa Terminal de Área a Gran Altitud) en el vecino sureño.

La República Popular Democrática de Corea (nombre oficial de Corea del Norte) llevará a cabo una acción física para controlar enteramente el THAAD”, informa el comunicado del mando de la artillería de las Fuerzas Armadas norcoreanas.

La misiva hace hincapié en que el Ejército de Pyongyang posee “suficientes y los últimos medios de ataque ofensivo” y tiene a su disposición los medios “más despiadados y potentes” contra el país norteamericano y sus armamentos.

Asimismo, ha acusado a Estados Unidos de desear desencadenar una guerra en la península coreana al desplegar estos sistemas en el territorio surcoreano, al mismo tiempo que ha considerado la medida de Seúl en aceptar el despliegue de THAAD como “una autodestrucción miserable”.

Estados Unidos y Corea del Sur anunciaron el pasado viernes que el THAAD será instalado en territorio surcoreano para afrontar las amenazas de Pyongyang. La fecha y emplazamiento de la instalación no fueron precisados.

Sin embargo, un día después del anuncio, es decir el pasado sábado, Corea del Norte lanzó un misil balístico de propulsión submarina (SLBM, por sus siglas en inglés) a la altura de su costa oriental, según aseguraron las autoridades surcoreanas.

El eventual despliegue de THAAD además de enojar a Pyongyang, provocó la indignación de los residentes de las posibles ciudades surcoreanas, donde se instalaría el sistema, quienes mediante multitudinarias protestas expresaron su preocupación por los peligros que conllevarán estos sistemas, al denunciar que la zona no se ha desarrollado adecuadamente desde el estacionamiento de las tropas estadounidenses en el país en 1960.

Protesta de surcoreanos contra el despliegue de THAAD estadounidense en su territorio.

 

La decisión Seúl-Washington causó también la indignación de Rusia y China, diciendo que con estas medidas, Estados Unidos busca fortalecer su presencia militar en Asia Oriental.

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