La segunda guerrilla de Colombia, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), ha afirmado este viernes que la próxima semana liberará al exdiputado Odín Sánchez, algo que el Gobierno de Juan Manuel Santos plantea como condición para poder dar inicio a los diálogos de paz en Quito, Ecuador.
"Está conformada una comisión humanitaria en la que participarán los seis países garantes, delegados del Gobierno, del ELN, de la Iglesia, para hacer la liberación de Odín Sánchez", ha manifestado el jefe del equipo negociador del ELN, Israel Ramírez Pineda, alias 'Pablo Beltrán', en diálogo con la emisora local Caracol Radio.
Está conformada una comisión humanitaria en la que participarán los seis países garantes, delegados del Gobierno, del ELN, de la Iglesia, para hacer la liberación de Odín Sánchez", ha manifestado Israel Ramírez Pineda, jefe del equipo negociador del Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Beltrán ha precisado que la mesa de negociaciones de paz no se pudo instalar en Quito el 27 de octubre pasado, debido a que hubo una doble interpretación de los acuerdos pactados, pero ha indicado que ya se trabaja con la delegación del Gobierno para destrabar el acuerdo.
El líder guerrillero además, ha pedido incluir en los diálogos de paz al expresidente Álvaro Uribe, principal opositor al acuerdo de paz alcanzado con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), para que participe en las negociaciones.
“Este es un conflicto entre colombianos, él es un expresidente, marcha en una posición política muy distinta a la nuestra, pero por el hecho de ser adversario no puede ser excluido. La paz se hace entre adversarios”, ha subrayado.
Al ser preguntado de si tienen otros secuestrados, Beltrán ha dicho que “son tan poquitos que más pronto que tarde se resolverán esos casos”, no obstante, ha evitado dar una cifra concreta. También ha negado el hecho de que estén copando espacios que antes eran de las FARC.
Colombia vive un conflicto armado que ha enfrentado durante más de 50 años a guerrillas, paramilitares y agentes de la fuerza pública, dejando unos 260.000 muertos, 45.000 desaparecidos y 6,9 millones de desplazados.
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