“Guardar los beneficios de algo para sí mismo y dejar el costo ambiental a otros es una práctica estándar de Estados Unidos”, criticó el jueves el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, Zhao Lijian, durante una rueda de prensa.
Al resaltar los daños que dejan las tropas estadounidenses en el medio ambiente y en la vida humana, el alto diplomático chino subrayó que no es la primera vez que Washington usa la “extraterritorialidad como escudo”.
Además, Zhao agregó que EE.UU. debería cumplir de buena fe sus obligaciones en materia de dejar de dañar imprudentemente el medio ambiente de otros países y hacer algo para proteger a las minorías raciales en su país del racismo medioambiental.
Las declaraciones del diplomático chino se produjeron después de que el Gobierno municipal de la ciudad costera japonesa de Yokosuka anunciara que la cantidad de compuestos tóxicos de flúor detectados en el agua de drenaje de una base naval de EE. UU. excedió los límites establecidos por el Gobierno nipón.
El alcalde de Yokosuka, Katsuaki Kamiji, tachó de verdaderamente lamentable la situación y mostró su preocupación de que la escorrentía de deshechos al mar pueda estar “convirtiéndose en la norma”.
A principios del mes de mayo se detectó en las aguas de la planta de tratamiento residual de la base estadounidense valores por encima de la norma de ácido perfluorooctanosulfónico (PFOS) y ácido perfluorooctanoico (PFOA), entre otras sustancias.
A principios de julio, un nuevo muestreo por parte del Ejército de los EE.UU. indicó cifras que superaban los valores provisionales que se habían propuesto lograr.
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