Rousseff, que visitó Rusia del 2 al 6 de octubre, señaló las medidas del mandatario estadounidense sobre algunos países de Latinoamérica, entre ellas las nuevas sanciones impuestas en agosto contra Caracas y las amenazas de uso de la fuerza contra Venezuela y Cuba.
“Creo que desde una perspectiva latinoamericana, Trump es una catástrofe”, agregó durante una entrevista con la cadena de televisión rusa Rossiya 1, recogida el sábado por la agencia de noticias Sputnik.
La exmandataria brasileña señaló que las sanciones y la intervención militar contra los países de la región no son aceptables y evaluó de un paso hacia atrás la postura que Trump que “con placer hablaba de resolver el problema venezolano con una intervención militar”.
“Quisiera destacar que Brasil, Venezuela, Argentina y Uruguay, todos los países del continente, han estado viviendo en paz por más de 140 años. Es imposible que la situación se deteriore y que los problemas venezolanos se resuelvan mediante la intervención militar”, enfatizó Rousseff.
Además, la líder izquierdista no dejó pasar la oportunidad para recordar las graves consecuencias del uso de la fuerza militar por parte de Estados Unidos en Irak y Afganistán y recalcar que “la política de Donald Trump en América Latina es absurda”.
Creo que desde una perspectiva latinoamericana, Trump es una catástrofe”, declaró la exmandataria de Brasil, Dilma Rousseff.
Asimismo, la líder brasileña catalogó de errónea la postura del presidente de facto de Brasil, Michel Temer, sobre Venezuela. En particular, aludiendo la aceptación de Temer de una acción conjunta con tropas de EE.UU. en la Amazonía, dijo que “se trata de una visión antidemocrática para cercar a Venezuela”.
La ex jefa de Estado explicó que el interés actual de Washington hacia Venezuela no es solo por las grandes reservas petroleras del país bolivariano, sino también porque “Venezuela es un país muy importante para el orden geopolítico internacional”, concluyó.
En agosto, Washington impuso nuevas sanciones contra Venezuela y expresó entonces la esperanza de que la Unión Europea (UE) siga a Estados Unidos e imponga sanciones contra el gobierno del presidente Nicolás Maduro.
Anteriormente, Trump había firmado una nueva estrategia sobre Cuba, lo que se traduce en la cancelación de la política de normalización de las relaciones Washington-La Habana impulsada por su antecesor Barack Obama.
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