• El presidente interino de Brasil, Michel Temer (dcha.), y la mandataria suspendida, Dilma Rousseff.
Publicada: sábado, 30 de julio de 2016 5:24
Actualizada: miércoles, 28 de junio de 2017 3:26

El presidente interino de Brasil, Michel Temer, opinó que la exmandataria será sustituida, por lo que expresó sus planes como si hubiera sido confirmado en el cargo.

"Creo que Dilma Rousseff (expresidenta brasileña) será destituida", argumentó el viernes Temer respecto al proceso de impeachment (juicio político) que enfrenta la suspendida presidenta, el cual se prevé culmine a finales de agosto.

En una rueda de prensa con corresponsales de medios extranjeros, Temer afirmó que el Senado del país sudamericano evaluará las condiciones políticas “de quien está en el Gobierno y de quien estuvo antes".

Por lo tanto, expresó que se prepara para continuar en el poder, mientras presentó sus planes para "recuperar la confianza" en el gigante sudamericano, y aseveró que su primer paso para ello será "encarrilar" el país y desarrollar los sectores financiero y económico.

Creo que Dilma Rousseff (expresidenta brasileña) será destituida", argumentó el presidente interino de Brasil, Michel Temer, respecto al proceso de impeachment que enfrenta la suspendida mandataria.

 

Asimismo, lamentó la lentitud de la evolución del juicio contra Rousseff, a quien sustituyó el pasado 12 de mayo después de que la Cámara alta votara a favor de apartar a la exmandataria del cargo por un periodo de seis meses: "cuanto más demore, peor será".

Para el presidente interino de Brasil, la terminación del impeachment traerá una mayor inversión. Además, manifestó su deseo de convertirse en un líder popular, aunque tiene índices de aprobación en torno al 10 %.

Por otra parte, el jefe interino de Estado brasileño, tildado de "golpista" por Rousseff y sus simpatizantes por los actos de su formación política, Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), contra el entonces aliado Partido de los Trabajadores (PT), denunció la "agresividad" de la exmandataria para dialogar.

"La oposición existe para ayudar a gobernar, no para destruir a los gobiernos", declaró, para luego aclarar que si se diera la oportunidad, "volvería a conversar dulcemente" con Rousseff, de quien fue vicepresidente.

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