"Lamento mucho que mi amigo Insulza en un lapso de 24 horas se contradiga. Cuando le invité a visitar el Palacio de Gobierno, dijo estar a favor de un diálogo sin condiciones, ahora aceptó, pero con la estipulación de que Bolivia retirase la demanda de la (Corte Internacional de Justicia) CIJ", ha declarado este viernes el mandatario boliviano.
Lamento mucho que mi amigo Insulza en un lapso de 24 horas se contradiga. Cuando le invité a visitar el Palacio de Gobierno, dijo estar a favor de un diálogo sin condiciones, ahora aceptó, pero con la estipulación de que Bolivia retirase la demanda de la (Corte Internacional de Justicia) CIJ", indica el presidente de Bolivia, Evo Morales
Sin embargo, el dignatario ha insistido que sea como sea seguirá esperando la visita de Insulza al Palacio Quemado, al tiempo de recordar su amistad y fraternidad con el recién designado de Chile.
El martes pasado, la presidenta de Chile, Michelle Bachelet, informó del nombramiento de Insulza, exsecretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), como representante de este país ante la CIJ de La Haya, para abordar la demanda marítima de Bolivia en reemplazo de Felipe Bulnes, quien renunció al cargo.
El jefe de boliviano Estado ha proseguido que espera encontrarse con Insulza para tratar “no solamente del tema mar, sino para ponernos de acuerdo sobre la amplia agenda que tienen Bolivia y Chile".
En 2010, Insulza, en su calidad de jefe de la OEA (2005-2015), se pronunció a favor de que la Paz y Santiago llegaran a un acuerdo sobre su centenario litigio marítimo.
La disputa entre estos países vecinos surgió tras una guerra que tuvo lugar entre 1879 y 1883, en la que Bolivia perdió 400 km lineales de litoral costero y 120.000 km² de territorio, por lo cual llevó, en 2013, el contencioso ante la CIJ para que obligue a Chile a dialogar sobre una salida boliviana con soberanía al Pacífico.
Asimismo, reivindicó su causa en diferentes foros sociales, como la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la OEA, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (ALBA).
Chile, en respuesta a estas reivindicaciones, objetó en 2014 la jurisdicción de este tribunal internacional para investigar dicha demanda en su contra, pero en septiembre la CIJ se declaró competente para tratar la disputa chileno-boliviano.
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