Según indica una nota de prensa del Ministerio de Asuntos Exteriores de Bangladés, se estipula que “el programa de retornos debe comenzar en dos meses”.
Evitando el uso del término “rohingya”, rechazado por las autoridades birmanas, el texto no precisa cómo las “personas desplazadas del estado de Rajine” en el oeste de Myanmar, han de repatriarse.
Tampoco hace una referencia clara al número de los desplazados concernidos por este programa.
La represión de las fuerzas militares birmanas contra los rohingyas se ha saldado con la vida de 1000 personas y ha desplazado a más de 600 000 rohingyas al país vecino, Bangladés.
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