• Los refugiados musulmanes rohingyas, después de cruzar la frontera desde Myanmar, cerca de la ciudad de Teknaf en Bangladés, 10 de septiembre de 2017.
Publicada: domingo, 10 de septiembre de 2017 15:11

Al menos tres rohingyas mueren por explosiones de minas colocadas en la frontera con Bangladés para impedir su huida de la persecución a la que están sujetos.

Amnistía Internacional (AI) ha denunciado que durante este domingo se han registrado al menos dos explosiones en el oeste de Myanmar (Birmania) y que hay un mínimo de tres localizaciones donde el Ejército birmano ha plantado minas para frenar el éxodo de los musulmanes rohingyas.

Amnistía señaló ayer sábado, directamente a las Fuerzas Armadas birmanas, de colocar los artefactos explosivos en los caminos que llevan a la frontera y “que tienen como objetivo deliberado a los refugiados rohingyas”.

“Esta es una manera cruel e insensible de aumentar la miseria de las personas que huyen de una campaña sistemática de persecución”, ha aseverado hoy Tirana Hasan, directora de AI para la Respuesta de Crisis Internacionales.

Esta es una manera cruel e insensible de aumentar la miseria de las personas que huyen de una campaña sistemática de persecución”, ha aseverado Tirana Hasan, directora de AI para la Respuesta de Crisis Internacionales.

 

En los últimos días, las autoridades birmanas han lanzado una fuerte política de represión contra los musulmanes rohingyas, masacrándolos y quemando sus casas. Según las estimaciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el balance por la violencia contra rohingyas ya supera los 1000 muertos. Ante el genocidio que se realiza en su contra, unos 270.000 rohingyas han huido a Bangladés en busca de seguridad en las últimas dos semanas.

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