Según los resultados de un estudio realizado por el centro nacional de opinión pública Social Weather Stations, el nivel de la popularidad de Duterte al término del primer trimestre de su mandato presidencial supera los niveles de todos sus antecesores, excepto Fidel Valdez Ramos que ocupó el sillón presidencial de 1992 a 1998 y obtuvo el índice de aprobación del 66 %.
El sondeo, publicado este viernes por el diario filipino Business World, revela que el índice de satisfacción por el líder actual es de 64 %.
Tras tres meses de ejercer la presidencia, Duterte recibió la aprobación del 76 % de la población. El 11 % de los encuestados expresó su insatisfacción por las acciones del presidente y el 13 % prefirió no contestar.
El sondeo se celebró del 24 al 27 de septiembre con la participación de 1200 personas.
Convertida en una de sus principales promesas de campaña, Duterte, quien asumió la Presidencia el pasado 30 de junio con una victoria holgada, aboga por un plan de recompensas para acabar con los señores de la droga, así como por el regreso de la pena de muerte. Una política importada de sus dos décadas como alcalde en la ciudad de Davao.
En las últimas semanas, defensores de derechos humanos acusaron a Duterte de permitir el funcionamiento de “escuadrones de la muerte”. Según datos de la policía, unos 1011 consumidores de droga y narcotraficantes murieron en operaciones de la policía entre el 1 de julio y el 4 de septiembre. La policía también registró 1391 muertes que todavía están siendo investigadas durante ese período.
El presidente obtuvo un gran respaldo por sus cuestionables logros como alcalde de Davao, ciudad conocida por ser la más segura del país. Durante su gestión de 20 años, alcanzó gran popularidad por lanzar amenazas públicas contra la delincuencia señalando que mientras esté en el cargo, “los delincuentes son objetivos legítimos de asesinato”.
A raíz de ello, logró ser conocido en el país como ‘El Castigador’ o ‘Harry el sucio’ y es vinculado por la prensa de Filipinas con grupos encargados de ejecutar extrajudicialmente a presuntos delincuentes.
mep/ktg/nal
