“Me gustaría ir a la asunción de ‘Lucho’ Arce. Mi mayor deseo es acompañar a Evo en el regreso a su patria”, ha manifestado este miércoles Alberto Fernández a la radio local El Destape.
El mandatario argentino ha celebrado que “la democracia haya vuelto a Bolivia, porque es un instrumento muy importante para transformar las injusticias del continente”.
Mientras tanto, Fernández ha denunciado que “el golpe (de Estado) en Bolivia fue un hecho muy traumático para la región” que se realizó “con la complicidad de la (Organización de Estados Americanos) OEA” que “construyeron una mentira para sacar a Evo del poder”, indicó.
“Estoy convencido de que Evo Morales había ganado las elecciones (en 2019) pero lo sacaron del poder y lo obligaron a exiliarse con riesgo para su vida, como a muchos bolivianos que debieron escaparse”, ha afirmado el jefe de Estado argentino.
Fernández ha lamentado que los derechos humanos en Bolivia, bajo el gobierno de facto de Jeanine Áñez, fueron puestos en tela de juicio; no obstante, ha dicho que, pese a que funcionaron “la lógica de la persecución judicial contra los opositores”, no pudieron “parar la fuerza del voto”.
En declaraciones a radio El Destape, Morales, refugiado en Argentina desde diciembre, ha expresado, a su vez, que “todavía no está programado” su retorno a Bolivia.
El domingo, Arce, heredero político de Morales y candidato del partido Movimiento al Socialismo (MAS), ganó las elecciones presidenciales en primera vuelta. Según el Tribunal Supremo Electoral (TSE) boliviano, la ceremonia de asunción presidencial está programada para la primera quincena de noviembre.
Las elecciones del domingo 18 de octubre se produjeron 363 días después del golpe de Estado en Bolivia, orquestado por la oposición y apoyado por EE.UU., suceso tras el cual Morales renunció a la Presidencia del país con el fin de evitar más violencia en el país andino.
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