“Sepan quienes están avalando estas leyes infames que vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para impedir que estas leyes se aprueben, para que el Congreso no sea un infame cuerpo que vote leyes contra el pueblo sino que sea un espacio que recepte la voluntad popular de las organizaciones del pueblo”, indicó el secretario general de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), Hugo Godoy.
Al menos 80.000 personas, participaron en la movilización, organizada por gremios de trabajadores y movimientos sociales y que recorrió el tramo del Congreso hasta la Plaza de Mayo.
El dirigente sindical aseguró que la marcha representó, sobre todo, la confluencia de muchos sectores distintos en contra del acuerdo de la Confederación General del Trabajo de la República Argentina (CGT) y los empresarios sobre las reformas laboral y previsional.
Sepan quienes están avalando estas leyes infames que vamos a hacer todo lo que esté a nuestro alcance para impedir que estas leyes se aprueben, para que el Congreso no sea un infame cuerpo que vote leyes contra el pueblo sino que sea un espacio que recepte la voluntad popular de las organizaciones del pueblo”, indicó el secretario general argentino de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), Hugo Godoy.
Los trabajadores argentinos sostienen que el mencionado acuerdo, cerrado a mediados del pasado noviembre con el Gobierno del presidente Mauricio Macri, causa la pérdida de los derechos laborales conseguidos tras varios años de lucha sindical y deja desprotegidos a los trabajadores.
En este sentido el secretario general de ATE enfatizó que la única manera de poner freno a estos proyectos de leyes, enmarcados en la política neoliberal de Macri, es la organización. “Por eso convocamos, en el más amplio nivel de unidad y por esa misma razón dijimos que cuando estas leyes intenten ser tratadas, en el país entero no solamente nos movilizaremos sino que cortaremos rutas y haremos lo imposible para que esta ley no se apruebe”, agregó Godoy.
Una encuesta difundida el domingo revela que cerca del 63 % de los argentinos denuncia que la reforma laboral que impulsa Macri favorecerá a las grandes empresas y perjudicará a las clases humildes.
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