La crisis económica ha obligado al régimen de Al Saud a cancelar proyectos evaluados en 250 mil millones de dólares en el marco del programa de austeridad que vive el país. No obstante, el rey Salman bin Abdulaziz Al Saud sigue derrochando su fortuna, como queda patente en las fotos que han aparecido en la red de su lujoso 'palacio' en la costa del Atlántico en Marruecos y que ha construido en el transcurso del último año.
El rey saudí posee numerosas casas en diferentes países europeos como en España, Francia y el Reino Unido, así como en su propio país, pero la última construida cerca de Tánger, ciudad situada en el extremo norte de Marruecos, en el estrecho de Gibraltar, parece su 'escondite' favorito, según informaron el martes los medios.
En las fotos tomadas desde el aire se aprecian cómo este verano aparecieron allí también pistas de aterrizaje para helicópteros y una tienda del tamaño de un circo enorme para que el rey pueda acoger a sus visitas al aire libre. El complejo también incluye sus propias instalaciones médicas y cocinas de restaurantes de alta gama.
Arabia Saudí, una vez conocida por su lujoso gasto público, ha sido duramente golpeada por los bajos precios del petróleo y una costosa agresión militar contra su vecino sureño Yemen.
Esa ofensiva, que ya se prolonga un año y medio, le ha costado al reino árabe entre 50.000 y 70.000 millones de dólares, según cálculos del centro de estudios alemán Deutsche Gesellschaft für Auswärige Politik, además de recordar que esta campaña bélica coincide con el descenso de los precios del petróleo.
El recorte de salarios es la más reciente de una serie de medidas que ha tomado el régimen de los Al Saud para compensar sus problemas financieros. El pasado diciembre, tras anunciar un déficit de 98.000 millones de dólares, anuló los subsidios al combustible, el agua y la electricidad.
Arabia Saudí ha gastado miles de millones de dólares en compras de armas a sus aliados occidentales para continuar su campaña de bombardeos contra los yemeníes. La agresión militar que Riad lleva a cabo sin aval de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) hasta el momento ha costado la vida a 10.000 personas, entre ellos muchos civiles.
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