Las fuerzas tribales de Yemen han lanzado ataques con obuses de mortero contra las localidades sureñas de Nayrán y Dhahran al-Yanub. Hasta el momento, no se han emitido informes de víctimas por las ofensivas.
Las fuerzas de Ansarolá, por su parte, se han enfrentado al Ejército saudí en Nayrán. Según los medios de comunicación de Yemen, citando a los residentes de esa localidad fronteriza saudí, los choques han empezado desde el mediodía, después de que los saudíes bombardearan las posiciones de Ansarolá en su propio territorio.
Las fuerzas de este movimiento yemení, en un acto de represalia, han bombardeado posiciones en la zona fronteriza de Al-Harth; un ataque que se ha cobrado la vida de un soldado saudí.
El Ministerio del Interior de Arabia Saudí ha confirmado la muerte de uno de sus efectivos, identificado como Hasan Someili, en la ciudad suroccidental de Jizán, sita en Al-Harth.
Anteriormente, el jefe del puesto de control de Jizán, el general Mahya al-Otaibi, había confirmado la muerte de un soldado en los combates registrados con Ansarolá.
Varios soldados han muerto en ataques semejantes desde Yemen. El pasado 5 de mayo, al menos un soldado saudí murió después de que las fuerzas tribales yemeníes lanzaran obuses de mortero contra un puesto militar en Najrán. Además lograron tomar algunas zonas en el sur del territorio saudí.

Los ataques en represalia se han producido mientras Arabia Saudí lanza un gran número de ofensivas contra las infraestructuras de su vecino sureño, con el fin de obstaculizar la llegada de ayuda humanitaria.
Al cabo de más de 50 días, el espacio aéreo de Yemen sigue siendo el escenario de las incursiones de aviones de combate saudíes que bombardean territorio yemení, en especial en la capitalina ciudad de Saná y en la provincia norteña de Saada. Una provincia que ha sido atacada unas 10 veces.
Por otra parte, durante las últimas 24 horas (de la madrugada del martes a la del miércoles), aviones de combate saudíes han lanzado más de 200 cohetes contra dos regiones en Saada, y todavía se desconoce el número de posibles víctimas.

El 26 de marzo, Arabia Saudí comenzó una ofensiva aérea contra Yemen sin el aval de las Naciones Unidas, pero con la luz verde de EE.UU., en un intento por restaurar en el poder al expresidente fugitivo Abdu Rabu Mansur Hadi, un fiel aliado de Riad.
Más de 3979 civiles han perdido la vida y más de 6000 han resultado heridos en los incesantes bombardeos.
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