El militar saudí ha sido identificado por los medios de comunicación locales como Yaser al-Ghahtani. También se han publicado fotos y vídeos de zonas donde impactaron los cohetes.
Según distintos informes, las tribus yemeníes han atacado la ciudad disparando decenas de proyectiles y cohetes. Los ataques en respuesta han causado importantes daños en varios edificios gubernamentales y bases militares.
Distintas zonas residenciales han sido evacuadas debido a la respuesta militar de Yemen. Además, las clases y las universidades han suspendido las clases para el miércoles y el jueves.
Las autoridades locales, por su parte, se han visto obligadas a cancelar todos los vuelos del aeropuerto de la ciudad “hasta nuevo aviso”.
De acuerdo con el diario saudí Al-Riyadh, los ataques han provocado cortes en el suministro eléctrico de algunas zonas de la localidad.
Según la información proporcionada por la cadena libanesa de televisión Al-Manar, poco antes las fuerzas tribales yemeníes habían respondido a la ofensiva del régimen de Riad contra su país tomando algunas zonas en el sur del territorio saudí y se habían hecho con el control de cinco puestos militares en Najrán y Jizán (ambas localidades en el sur de Arabia Saudí).
Los ataques en represalia se han producido mientras que Arabia Saudí no para de bombardear distintas partes de Yemen desde el pasado 26 de marzo y dirige un gran número de sus ofensivas contra las infraestructuras de su vecino sureño, con el fin de obstaculizar la llegada de ayuda humanitaria al país árabe más pobre del mundo.
Conforme a un recuento de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que solo cuenta los fallecimientos y los heridos atendidos en hospitales, al menos 1244 personas han perdido la vida y 5044 han resultado heridas en Yemen desde que Arabia Saudí iniciara sus ataques.
Sin embargo, instituciones defensoras de los derechos humanos en Yemen elevan la cifra de las víctimas por los bombardeos a 3512 muertos y 6189 heridos, entre ellos 492 menores y 209 mujeres.
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