• El ministro de Asuntos Exteriores de Jordania, Naser Judeh
Publicada: viernes, 23 de octubre de 2015 6:56

Jordania urge una solución política, acompañada de medidas legales, para frenar las agresiones israelíes en los territorios ocupados palestinos y las provocaciones contra la Mezquita Al-Aqsa.

En declaraciones ofrecidas el jueves durante una reunión del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU) sobre la situación en Oriente Medio, incluido el caso palestino, el ministro de Asuntos Exteriores de Jordania, Naser Judeh, pidió una solución diplomática que ponga fin a la “extremadamente peligrosa” escalada de violencia de los israelíes contra los palestinos.

Tal situación (la continuidad de los actos de agresión israelíes) también supone una amenaza para la paz y la seguridad internacionales y puede imposibilitar la reanudación de las negociaciones israelí-palestinas de cara a la formación de un Estado palestino independiente con Al-Quds como capital, apostilló el canciller jordano.

Luego de reiterar el compromiso de Amán con la protección de los lugares sagrados palestinos, el canciller jordano enfatizó que su país recurrirá a todas las opciones legales y diplomáticas para acabar con las violaciones israelíes.

Las medidas de los israelíes en Al-Quds (Jerusalén) violan las resoluciones del CSNU, las cuales reconocen que toda la parte oriental de esa urbe, incluidos los lugares sagrados, pertenece a los territorios palestinos que se encuentran bajo ocupación del régimen de Tel Aviv desde 1967.

Tras constatar que las mezquitas en Al-Quds son objeto de frecuentes ataques y profanaciones de las fuerzas israelíes o bajo su protección, el jefe de la Diplomacia jordana indicó que “estos actos de agresión israelíes han agravado la situación en la región, de manera que podrían desencadenar una guerra religiosa fuera de control”.

Tal situación, agregó, también supone una amenaza para la paz y la seguridad internacionales y puede imposibilitar la reanudación de las negociaciones israelí-palestinas de cara a la formación de un Estado palestino independiente con Al-Quds como capital.

Al final, subrayó la continuidad de los esfuerzos de Amán en salvaguarda de los sitios islámicos y cristianos en Al-Quds e instó al CSNU a asumir sus responsabilidades pertinentes para poner fin a estos ataques y prevenir su recurrencia. 

Soldados israelíes irrumpen en el recinto de la Mezquita Al-Aqsa, en Jerusalén.

 

La intervención de Judeh en el CSNU tuvo lugar horas después de que el rey de Jordania, Abdolá II, denunciara las medidas israelíes contra la nación palestina y advirtiera de los intentos del régimen de Israel para modificar el status quo de la Mezquita Al-Aqsa.

Conforme al tratado de paz Wadi Araba (1994) firmado entre Jordania y el régimen de Tel Aviv, Amán tiene la responsabilidad de proteger los lugares santos islámicos y cristianos en Al-Quds, y los judíos pueden entrar, pero no realizar rituales. Empero, los colonos y militares israelíes irrumpen con frecuencia en la Mezquita y sus explanadas y, según la Organización de las Naciones Unidas (ONU) cometen “provocaciones religiosas”.

Los territorios ocupados palestinos viven una situación de máxima tensión a raíz de los asaltos de militares israelíes y de la profanación de la Mezquita Al-Aqsa, en Al-Quds, por parte de los colonos y las fuerzas del régimen de Tel Aviv.

Manifestantes palestinos devuelven granadas de gases lacrimógenos lanzadas por las fuerzas israelíes.

 

El pasado 9 de octubre, el Movimiento de Resistencia Islámica Palestina (HAMAS) llamó a la nación palestina a lanzar una Intifada (“levantamiento”) con el fin de “liberar Al-Quds” de décadas de ocupación bajo el régimen israelí.

Según las estadísticas del Ministerio palestino de Salud, publicadas el miércoles, en lo que va del mes, al menos 53 palestinos han muerto y miles han resultado heridos por disparos israelíes.

En el caso más reciente, este jueves, dos palestinos han perdido la vida por disparos de la policía del régimen israelí en Beit Shemesh, a 30 kilómetros de Al-Quds.

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