• El presidente de Irán, Hasan Rohani
Publicada: miércoles, 23 de septiembre de 2015 15:08

El presidente de Irán, Hasan Rohani, ha felicitado este miércoles la fiesta de Eid al-Adha (Fiesta del Sacrificio) a los gobiernos y naciones musulmanes.

Por medio de mensajes separados, Rohani ha deseado que los musulmanes puedan detener el derramamiento de sangre, la violencia y el extremismo, en una época como la actual, en que el ser humano tiene mayor necesidad de paz que nunca.

Cualquier acto que intensifique las diferencias y divisiones dentro de la comunidad musulmana beneficiará a los enemigos del Islam y a su cabeza, al régimen de Israel, y entrará en contradicción con las enseñanzas del Islam, advierte el presidente del Parlamento iraní, Ali Lariyani.

Tales fines pueden alcanzarse a través de la empatía, la fraternidad y el ejercicio duradero de la amistad, siguiendo las enseñanzas del sagrado Corán y del gran Profeta del Islam, el Hazrat Mohamad (la paz sea con él), señalan los mensajes del presidente iraní.

El mandatario persa concluye expresando su anhelo de éxito y prosperidad para todos los musulmanes del mundo.

Por su parte, el presidente de la Asamblea Consultiva Islámica de Irán (Mayles), Ali Lariyani ha enviado esta misma jornada un mensaje de felicitación a los jefes de los Parlamentos de los países islámicos por la llegada de esta gran fiesta de musulmanes, insistiendo en la unidad de la comunidad musulmana.

“Cualquier acto que intensifique las diferencias y divisiones dentro de la comunidad musulmana beneficiará a los enemigos del Islam y a su cabeza, al régimen de Israel, y entrará en contradicción con las enseñanzas del Islam”, ha advertido.

El presidente de la Asamblea Consultiva Islámica de Irán (Mayles), Ali Lariyani

 

En la fiesta de Eid al-Adha, aniversario del día en que el profeta Abraham (la paz sea con él) decidió sacrificar a su hijo Ismael, como lo ordenaba Dios, los musulmanes reafirman su fe en el Creador.

En este día, los musulmanes lapidan a Satán en Mina, un valle a las afueras de la ciudad santa de La Meca (Arabia Saudí), en señal de su rechazo al Diablo, que se apareció al profeta Abraham en tres lugares diferentes cuando iba a sacrificar a su hijo.

En recuerdo de cómo el Señor detuvo ese sacrificio y entregó a Abraham un cordero para que lo ofrendara en lugar de Ismael, los peregrinos sacrifican en este día distintos animales y distribuyen su carne entre pobres, familiares y amigos.

Peregrinos musulmanes se reúnen en el Monte de Arafat (La Meca), para practicar uno de los rituales del Hach.

 

Durante el mes del calendario de la Hégira lunar denominado Du-l-hiyya —a caballo este año entre los meses de septiembre y octubre—, los musulmanes realizan el Hach, la llamada peregrinación mayor, que supone una reafirmación de la fe, así como una comunión especial con Dios.

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