“Se trata de vencimientos correspondientes al ejercicio fiscal de este año, por un total de $ 3.558.390.000 de dólares, a cancelarse con reservas de libre disponibilidad”, según reza el texto oficial de un comunicado emitido por el Ejecutivo argentino.
Se trata de vencimientos correspondientes al ejercicio fiscal de este año, por un total de $ 3.558.390.000 de dólares, a cancelarse con reservas de libre disponibilidad”, según reza el texto oficial de un comunicado emitido por el Ejecutivo argentino.
Tal y como indicaron medios locales, la iniciativa quedó establecida a partir de un decreto publicado en el Boletín Oficial, con las firmas de la presidenta Cristina Fernández Kirchner, del jefe de Gabinete Aníbal Fernández y de Axel Kicillof, ministro de Economía.
La medida establece que el Banco Central de Argentina transferirá aquel monto a cuentas del Tesoro Nacional, en una o varias operaciones, mientras que como contraprestación, recibirán instrumentos de deuda emitidos por la Tesorería del país.
De este modo, la autoridad monetaria percibirá una o varias Letras intransferibles denominadas en dólares estadounidenses, por hasta 3.558.390.000, a un plazo de 10 años, que según el Gobierno los intereses de esas Letras se cancelen semestralmente.
La Casa Rosada justificó esta medida al señalar que se está "ejecutando un proceso de desendeudamiento externo", que se reflejó en la "cancelación de la totalidad de los vencimientos de capital e intereses con organismos financieros internacionales correspondientes a los ejercicios fiscales 2010, 2011, 2012, 2013 y 2014, con reservas de libre disponibilidad".
De acuerdo con las autoridades argentinas, esta política, en el marco de la autonomía decisoria que caracteriza a la política económica nacional, se ha mostrado eficaz para disminuir los costos de endeudamiento público.
Argentina mantiene un litigio con fondos especulativos (buitres) que exigen a Buenos Aires aceptar la sentencia de un tribunal federal de Nueva York a su favor por 1330 millones de dólares por bonos de deuda en default adquiridos desde 2001.
Si bien el país sudamericano tiene normalizada el 93 % de su deuda pública, el destino del 7 % remanente, en manos de acreedores que rechazaron las reestructuraciones de 2005 y 2010, quedó sujeto a batallas judiciales.
En un hecho más reciente, una corte de apelaciones de Estados Unidos dio la razón a Argentina y revirtió la decisión del juez estadounidense Thomas Griesa de congelar el pago de 700 millones de dólares adicionales, una decisión que según analistas internacionales fue una victoria completa para Argentina.
El pasado febrero, el ministro de Economía argentino, Axel Kicillof, tachó a los fondos buitre de mafiosos por sus exigencias al Gobierno de Buenos Aires, y aseguró que Argentina no pagará más que 400 millones de dólares a estos fondos.
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