Esta jornada crece la participación en Yemen en las manifestaciones conocidas como “Viernes de la Ira”, en rechazo a la agresión israelí contra el pueblo palestino. Millones de ciudadanos en la capital, Saná, y en otras ciudades como Saada, se movilizan coreando consignas que exigen el fin del régimen israelí y condenan el respaldo de Estados Unidos (EE. UU.) al régimen de Tel Aviv.
En un mensaje de lealtad inquebrantable, los yemeníes reiteran su compromiso con el pueblo palestino, actualmente atrapado en una grave crisis humanitaria, asegurando que permanecerán a su lado hasta el final, ya sea en la victoria o en la muerte.
Asimismo, en la Cisjordania ocupada, decenas de civiles se manifiestan contra la matanza sionista en enclave palestino. Con pancartas que denuncian la creciente crisis alimentaria en la Franja, exigen el cese inmediato de la alarmante hambruna que afecta al pueblo palestino.
Tanto en los territorios ocupados como en diversas ciudades del mundo, miles de personas alzan la voz para enviar un mensaje firme al gabinete sionista, y a su cabeza el primer ministro Benjamín Netanyahu: es urgente poner fin a la escasez alimentaria, a la destrucción deliberada de viviendas y a la matanza de civiles. No obstante, el régimen israelí, respaldado por sus aliados occidentales encabezados por EE.UU., continúa haciendo oídos sordos a estas demandas, como lo ha hecho durante los últimos 672 días.
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