Abdulmalik al-Houthi ha felicitado este martes al pueblo yemení por el aniversario de la Revolución popular que derrocó el 21 de septiembre de 2014 al régimen del entonces presidente Abdu Rabu Mansur Hadi, un aliado de Arabia Saudí y Estados Unidos.
En un discurso para rememorar el aniversario de la Revolución, el líder popular yemení ha detallado la historia contemporánea de las injerencias de EE.UU. en los asuntos de Yemen. En esta línea, ha recordado que Washington intentó explotar la revuelta popular de 2011 que derrocó al exdictador yemení Ali Abdolá Saleh “para consolidar su dominio al territorio yemení”.
Ha revelado que la iniciativa del Consejo de Cooperación del Golfo Pérsico que propuso a Saleh abandonar el cargo a cambio de obtener la inmunidad frente a cualquier juicio por abuso de poder y corrupción, “era un complot estadounidense”. El poder de Saleh fue transferido a su vicepresidente Mansur Hadi para mantener la dictadura que dependía del apoyo de Riad.
Conforme a Al-Houthi, antes de la Revolución de 2014, el embajador estadounidense en Saná era, de hecho, “presidente de facto” de Yemen y desde la embajada estadounidense se planeaban actos de sabotaje para desestabilizar el país, y, por ende, fragmentarlo.
Para completar el dominio estadounidense a Yemen, ha agregado, Washington intentó generar la división entre los yemeníes y debilitar al Ejército de ese país.
Sin embargo, el máximo titular de Ansarolá ha dicho que la Revolución de 2014 frustró los complots de Washington para dominar Yemen, por lo que EE.UU. lanzó una invasión militar en marzo de 2015 en Yemen en el marco de una coalición, liderada por Riad.
Ha denunciado que los ataques de la coalición agresora han destrozado casi todas las infraestructuras vitales de Yemen y matado a miles de civiles, incluidos niños, con armas letales suministradas por Washington.
La campaña de bombardeos en Yemen se ha saldado con cientos de miles de yemeníes muertos y millones de desplazados desde marzo de 2015, las Naciones Unidas denuncian que la brutal agresión saudí ha provocado la peor crisis humanitaria en el mundo de hoy, convirtiendo al empobrecido país árabe en un “infierno”.
Sin embargo, siete años después, la coalición agresora no ha conseguido sus metas, y es más, los avances militares de Yemen muestran que la ecuación está completamente a favor del país más pobre del mundo árabe.
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