En una reciente medida, las milicias leales al expresidente fugitivo Abdu Rabu Mansur Hadi ejecutaron a 10 prisioneros yemeníes y arrojaron sus cuerpos al mar.
En un comunicado emitido este lunes, el Ministerio de Asuntos Exteriores del Gobierno de Salvación Nacional de Yemen (con sede en Saná, capital yemení) ha calificado la medida de “crimen de guerra” diciendo que el “atroz” acto supone una clara violación de todo el derecho internacional y humanitario, en particular los Convenios de Ginebra sobre el trato a los prisioneros de guerra (1949), que prohíbe cualquier tortura o trato inhumano a los prisioneros.
Según la Cancillería yemení, la coalición agresora encabezada por Arabia Saudí y sus mercenarios han cometido los crímenes más sanguinarios, incluidos ejecuciones, torturas, mutilaciones y encarcelamientos, contra los prisioneros de guerra pertenecientes al Ejército y al movimiento popular yemení Ansarolá desde el inicio de la campaña militar contra Yemen en el 2015.
Asimismo, ha llamado a la comunidad internacional, especialmente al Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas (CSNU), el Consejo de Derechos Humanos, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y el Comité Internacional de la Cruz Roja, y a todos los grupos de derechos humanos a romper su silencio y condenar este crimen.
El Comité Nacional para el Cautiverio del Gobierno de Salvación Nacional de Yemen denunció el domingo que mercenarios de la coalición de agresión saudí habían matado a tiros a 10 prisioneros del Ejército yemení y de los comités populares.
Yemen está sumido en varias crisis desde el inicio de la agresión lanzada por Arabia Saudí y sus aliados árabes en marzo de 2015. Sin embargo, transcurridos más de seis años, el país sigue ganando terreno ante los mercenarios y las fuerzas afiliadas a Mansur Hadi.
El Ejército de Yemen, apoyado por Ansarolá, han prometido recuperar todo el territorio nacional de los agresores saudíes y garantizar que el país sea libre e independiente.
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