Los jefes de la Diplomacia de Estados Unidos y el Reino Unido, John Kerry y Boris Johnson, respectivamente, se reunieron en Londres, capital británica, con el enviado de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) para Yemen, Ismail Uld Sheij Ahmed, sobre la crisis yemení. Al final de este encuentro los tres urgieron un alto el fuego sin condiciones.
El régimen saudí es masivamente criticado desde el ataque del pasado 8 de octubre contra un funeral en Saná, capital yemení, en el que murieron más de 200 personas.
El Ministerio de Exteriores de Yemen pidió a la ONU una investigación independiente y neutral al respecto al igual que varios partidos políticos del país.
El principal logro de más de un año y medio de guerra en Yemen ha sido la muerte de más 10 mil personas y la destrucción en gran parte de la infraestructura de este país.
Y ahora los aliados más cercanos del régimen saudí están suavizando su postura ante el movimiento popular yemení Ansarolá con el que no pudo Riad a pesar de su ventaja aérea durante la guerra.
Restaurar en el poder al fugitivo expresidente de Yemen Abdu Rabu Mansur Hadi, y la toma de Saná fueron los principales objetivos de los saudíes en su guerra contra Yemen, y los dos han fracasado.
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