Putin y Maduro firmaron el miércoles un Acuerdo de Cooperación y Asociación Estratégica mediante el cual Rusia otorga el más alto nivel a sus relaciones con Venezuela, eligiéndola como su principal socio en la región sudamericana.
De este modo, ambos líderes profundizaron su alianza estratégica durante las conmemoraciones del 80.º aniversario de la victoria soviética sobre la Alemania nazi y de los 80 años de relaciones diplomáticas bilaterales.
“Muy feliz de compartir con ustedes esta gran fecha”, expresó Maduro, quien subrayó que los venezolanos también se consideran parte de esa victoria. El mandatario venezolano destacó que ambos aniversarios representan “un buen momento” para impulsar la cooperación bilateral y convertirla en una “relación integral”.
Por su parte, Putin se mostró “muy agradecido” de que el presidente venezolano haya encontrado tiempo para viajar a Moscú “en un día tan especial” para Rusia.
Con planes que abarcan desde la expansión de vuelos directos entre ambos países hasta la creación de un sistema financiero alternativo, esta alianza desafía la política de bloqueo occidental y se plantea como un eje alternativo de poder global.
“Poderoso, significativo e importante”, así calificó el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, el acuerdo de asociación estratégica firmado el 7 de mayo por los presidentes de Rusia y Venezuela.
Uno de los ejes centrales del acuerdo es la creación de una infraestructura financiera independiente que facilite el comercio y la inversión sin depender de los sistemas occidentales.
Este mecanismo, según Maduro, permitirá “dar un salto hacia una relación integral”, en un contexto en el que el intercambio comercial bilateral creció un 64 % interanual, alcanzando los 200 millones de dólares, una cifra que Putin consideró “insuficiente, pero prometedora”.
En el ámbito energético, ambos países impulsarán inversiones conjuntas en petróleo, gas y minería, aprovechando la experiencia tecnológica rusa en extracción y las vastas reservas de recursos venezolanos.
Asimismo, acordaron intensificar su coordinación en la OPEP+ y en el Foro de Países Exportadores de Gas, plataformas en las que Venezuela busca consolidarse como un actor global en el mercado de hidrocarburos.
Otro aspecto clave de la cooperación bilateral es el tecnológico. En este rubro, Venezuela albergará una estación terrestre del sistema de navegación satelital ruso GLONASS, un proyecto que no solo fortalecerá la exploración espacial conjunta, sino que también mejorará las capacidades logísticas y de comunicación en la región.
Este avance se complementa con planes de intercambio en investigación científica e innovación tecnológica, áreas en las que Rusia ha ofrecido transferencia de conocimiento.
En el ámbito de la seguridad y defensa, el tratado contempla el desarrollo conjunto de capacidades técnico-militares, aunque los detalles específicos se mantienen bajo reserva.
Maduro destacó que esta colaboración responde a “los ideales de Bolívar y Chávez”, mientras que Putin subrayó que el fortalecimiento de la asociación estratégica “responde al interés armónico de ambos pueblos”.
La cooperación en defensa también priorizará la elaboración de estrategias conjuntas para la lucha contra el terrorismo y el resurgimiento del fascismo internacional, flagelo que, según ambas partes, afecta a sus respectivas naciones.
La salud pública ocupó igualmente un lugar destacado. Ambos países promoverán la formación médica, el desarrollo de vacunas y proyectos sanitarios, retomando la cooperación establecida durante la pandemia de COVID-19.
Las relaciones diplomáticas entre Rusia y Venezuela, iniciadas el 14 de marzo de 1945, alcanzaron un primer hito en 1976 con la visita del entonces presidente venezolano Carlos Andrés Pérez a la URSS. Sin embargo, fue bajo el mandato de Hugo Chávez cuando la cooperación bilateral alcanzó, en palabras del canciller Serguéi Lavrov, “un nivel cualitativamente nuevo”.
Desde 2019, se han firmado más de 350 acuerdos y se han realizado 18 comisiones mixtas, cifras que el nuevo tratado aspira a superar.
La visita de Maduro a Moscú continuará con su participación en el desfile militar en la Plaza Roja, lo que proyecta a Venezuela como el primer país latinoamericano en elevar sus relaciones con Rusia al “más alto nivel político”.
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