Desde temprano la oposición mostró una renovada capacidad de movilización en el este de Caracas (la capital), para respaldar a su nuevo referente, que hizo lo que muchos le reclamaban, se autojuramentó como presidente.
El entusiasmo opositor terminó en pequeños focos de violencia, mientras el chavismo se concentraba, también por miles, en el centro de la ciudad. A esa hora ya se sabía que Estados Unidos reconocía a Juan Guaidó como presidente de Venezuela, y esta fue la respuesta.
Y la multitud que colmó los espacios del centro de Caracas se fue a quinientos metros, al Palacio de Miraflores, a respaldar al presidente Nicolás Maduro.
En el mismo Palacio de Gobierno, reiteraron el rechazo a los Estados Unidos.
Desde el mismo balcón que utilizaba Hugo Chávez, Maduro rompió relaciones políticas y diplomáticas con Estados Unidos. 72 horas para desalojar la embajada.
Una jornada que anticipa más tensión. Con la mirada puesta dentro, y también en las amenazas externas contra la Revolución Bolivariana.
Marcos Salgado, Caracas.
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