El presidente estadounidense, Donald Trump, ha acusado este jueves al Gobierno de Sudáfrica de “confiscar las tierras de los granjeros blancos”, en alusión a una reforma constitucional que permite expropiar sin indemnización las tierras de propietarios blancos sudafricanos que se beneficiaron en el pasado para obtenerlas de las leyes del apartheid.
En su cuenta de Twitter, el mandatario norteamericano ha instado al secretario de Estado, Mike Pompeo, a “estudiar de cerca las incautaciones y expropiaciones de tierras y fincas” y lo que llama “los asesinatos a gran escala de granjeros” en Sudáfrica.
El Gobierno de Pretoria no ha tardado este jueves en reaccionar acusando a Trump, también a través de Twitter, de sembrar la división en el país africano y de hurgar en las heridas del pasado colonial.
South Africa totally rejects this narrow perception which only seeks to divide our nation and reminds us of our colonial past. #landexpropriation @realDonaldTrump @PresidencyZA
— South African Government (@GovernmentZA) August 23, 2018
Luego del tuit del presidente norteamericano, la canciller sudafricana, Lindiwe Sisulo, ha considerado “lamentable” que Trump hable sobre su país basándose en “información falsa” y ha dado por ello instrucciones para que su Departamento pida “aclaraciones” a la embajada estadounidense en Pretoria este mismo jueves.
El presidente sudafricano, Cyril Ramaphosa, ha prometido acelerar la reforma agraria con el fin, según explicó, de “reparar la grave injusticia histórica” cometida en perjuicio de la mayoría negra durante el periodo colonial y el apartheid, que terminó oficialmente en 1994.
Hoy en día, la minoría blanca, que representa 8 % de la población de Sudáfrica, “posee más de 70 % de las fincas”, contra “solamente el 4 %” para los negros, que son el 80 % de la población”, según el Gobierno sudafricano.
Para poner fin a este desequilibrio, Ramaphosa ha decidido expropiar sin indemnización especialmente a los grandes agricultores, y para eso tiene intención de hacer una enmienda a la Constitución. La discusión está en curso, pero, contrariamente a lo que afirma Trump, el proyecto no se ha puesto en marcha.
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