La tregua declarada el pasado viernes en el noroeste de Siria aún se mantiene pese a las violaciones de los grupos armados en los campos de Idlib, Alepo y Latakia. La autopista M-5, que enlaza a Alepo con el resto de las provincias, pasando por Saraqib, vuelve a funcionar como antes de la guerra, en paralelo con los esfuerzos del Ejército sirio para enfrentar cualquier posible violación por parte de los extremistas takfiríes.
A ambos lados de la autopista, el Ejército sigue peinando los poblados y ciudades recién liberados del terrorismo. La sede del cabecilla del Frente Al-Nusra (autoproclamado Frente Fath Al-Sham), Abu Mohamad Al-Golani, en el campo de Alepo, la sede la Corte de la Sharia y el centro de la llamada Policía Libre, entre otras fuerzas fueron descubiertas durante las últimas horas. Ahí se incautaron cargamentos de ayuda con etiquetas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).
El alto el fuego anunciado por los presidentes de Turquía y Rusia, Recep Tayyip Erdogan y Vladimir Putin, respectivamente, no impidió el ingreso de más convoyes militares turcos al campo de Idlib. Estas medidas fueron tachadas de provocativas por los observadores que consideran que tal paso esconde intenciones de una futura escalada.
La permanencia de la tregua en el noroeste de Siria cuenta principalmente con el respeto de Turquía a sus compromisos en el acuerdo con Rusia. Los medios políticos sirios no muestran optimismo al respecto, ya que Ankara hizo fracasar todas las treguas anteriores.
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