Según la evaluación llevada a cabo por la Oficina de las Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés), la ofensiva turca ha provocado el éxodo de 130 000 personas en las regiones norteñas de Siria, especialmente en las ciudades de Ras al-Ain y Tal Abyad.
El informe advierte, además, que el número de necesitados podría dispararse a 400 000 en breve, un éxodo poblacional que requerirá de medidas adicionales cada vez más difíciles de aplicar, dado el peligro que corren los responsables de la ONU que trabajan en esta zona.
El pasado miércoles, Ankara anunció el comienzo de una agresión militar contra las regiones controladas por las Unidades de Protección Popular (YPG, por sus siglas en kurdo) en el norte de Siria, la cual ha causado también la muerte de decenas de civiles.
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El Gobierno de Damasco ha condenado la medida turca tachándola de “flagrante” violación de su soberanía, al tiempo que ha prometido contrarrestarla por todos los medios legítimos.
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