La industria farmacéutica de EE.UU. se ha inmerso en una carrera contrarreloj para hallar una vacuna y un tratamiento contra el nuevo tipo de coronavirus, un proceso que ya le ha permitido cosechar jugosos beneficios en bolsa.
En la ciudad de Seattle, las primeras personas que se lanzaron a la búsqueda de una vacuna experimental para combatir el nuevo coronavirus dicen que se inspiraron en la ayuda, mientras observaban la pandemia en todo el mundo.
Los cuatro participantes de este estudio son parte de una prueba que incluirá a 45 voluntarios adultos sanos de entre 18 y 55 años durante aproximadamente 6 semanas. Los científicos verificarán cualquier efecto secundario y extraerán muestras de sangre para evaluar si la vacuna está acelerando el sistema inmune.
La empresa CureVac de Alemania, también, figura entre los productores de esta vacuna. El presidente norteamericano., Donald Trump, ha ofrecido mil millones de dólares a la firma para asegurar su investigación solo para EE.UU. Por su parte, Berlín ha enfatizado que los derechos para tales investigaciones no están a la venta. CureVac ha expresado su optimismo de encontrar soluciones.
Por su parte, China, origen del brote, autorizó el inicio de ensayos clínicos de su primera vacuna para combatir la nueva cepa de coronavirus.
Incluso si las investigaciones en cualquier parte del mundo van bien, los expertos dicen que una vacuna no estaría disponible para su uso generalizado hasta dentro de 12 o 18 meses.
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